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MANUEL GONZÁLEZ GARCÍA 276 NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 261-286, ISSN: 0470-3790 El conocimiento del singular es cuestión debatida entre los investigadores. Quizá podamos recoger como posible solución de la misma dos afirmaciones que hace Duns Escoto. a) Por un lado, conocer el singular no es una imperfección, porque si no, hasta el mismo Dios sería imperfecto en este punto. b) Por el otro, penetrar el singular en su singularidad, dar una definición de la entidad positiva individuante de lo que constituya la singularidad o la hecceidad es imposible para nuestro estado actual 55 . La intuición que poseemos en nues- tro estado de viador es la intuición de las cosas sensibles. Y la individualidad no puede conocerse de esta manera. Los conceptos del entendimiento, por su parte, expresan reali- dades abstractas y comunes, mientras que el individuo es una realidad singularísima. Luego el individuo es inefable 56 . Nuestro entendimiento, una facultad superior y más perfecta que los sentidos, transporta los objetos inteligibles desde la esfera sensible a la inteligible. Pero el entendimiento puede conocer de modo intuitivo algunas cosas, percibidas por los sentidos, como real- mente presentes y existentes. Entonces, el entendimiento, facultad superior y más perfecta, conoce el mismo objeto que los sentidos, que son una facultad inferior y menos perfecta. Si lo que realmente existe es lo concreto, lo que le hace inteligible es la esencia. Y perci- intellectione singularis respectu intellectus nostri ” ( Quaestiones subtilissimae super libros Metaphysicorum Aristotelis , q. 15, n. 3). 55 Para esta cuestión de la intuición, Cf. C. G IACON , “L’intuizione dell’essere in Duns Scoto,” en C OMMISSIONIS S COTISTICAE (ed.), O. c. , 33-45; E. R IVERA , “Opción de Juan Duns Escoto ante dos grandes metafísicas: La de la «essentia» y la del «esse»”, en Naturaleza y Gracia 42 (1995) 62; J. C HEVALIER , Historia del pensamiento. T. II. El pensamiento cristiano desde los orígenes hasta el final del siglo XVI (Madrid 1960) 414-415.; I. T ONNA , O. c. , 502-508. Este último autor reproduce el siguiente texto de Duns Escoto: “ Singulare cognoscere non est imperfectionis; quia hoc convenit inte- llectui divino; non tamen est tanta perfectio, quod tantum sibi conveniat, sed etiam aliis… Singulare non intelligi ab intellectu nostro, hoc est imperfectionis pro statu isto ” ( Ordinatio II dist. 3, q. 11, n 9; Vivès XII, 276). 56 M. O ROMÍ , O. c., 46.

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