NG200801006
DUNS ESCOTO: EL CARÁCTER ESENCIALMENTE ABSOLUTO DEL CONOCIMIENTO… NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 229-259, ISSN: 0470-3790 253 más que la forma de la acción, que permanece en el sujeto mismo, como la visión en el que ve o la especulación en el que especula, según el lúcido ejemplo de Aristóteles, quien añade, en el texto citado parcialmente por Escoto, un ejemplo aún más claro: “como la vida en el alma; por eso también está en el alma la felicidad, pues es vida de una calidad especial” 40 . Por consiguiente, Escoto, al responder a esta objeción, que nace de una dudosa interpretación de las palabras de Aristóteles, vuelve a confirmar la conclusión de uno de sus anteriores argumen- tos: la intelección, en cuanto operación inmanente del sujeto, que no tiende a un objeto externo a él, sino que permanece en el alma, es como la vida, en su más alta expresión, es decir, la felicidad, la más excelente forma de vida, que es propia de Dios y a la que aspira siempre el alma humana. Por tanto, la intelección no perte- nece al género de la acción, sino al de la cualidad. La segunda objeción es muy breve y se reduce a una proposi- ción aristotélica muy citada: “el entender es un cierto padecer” 41 . Para rebatirla, Escoto expone, a grandes rasgos, su teoría de la intelec- ción, que es, en buena medida diferente de la de Santo Tomás, como bien ha advertido el profesor Pérez-Estévez, quien explica cómo en la teoría del conocimiento abstractivo de Escoto hay dos momentos esenciales y diferenciados: primero, el entendimiento agente inicia la acción para la producción de la especie o forma inteligible y el fantasma colabora en dicha acción a manera de causa cuasi ins- trumental y, en un segundo momento, se produce la intelección, cuyas causas son el entendimiento posible y la especie inteligible. Entender significa que el entendimiento posible recibe la intelección y, tras contemplarla, forma el concepto y el nombre, predicables de muchos individuos, que son el universal lógico, que es el objeto del conocimiento humano. Lo que supone que “el entendimiento posible actúa en primer lugar; la especie co-actúa como una causa cuasi instrumental a la manera como actúan la mano y el cuchillo para cortar el leño. De la especie inteligible recibe la intelección su seme- 40 ARISTÓTELES, Metafísica IX, 8, 1050 b. 41 ARISTÓTELES, De anima III, 4, 429 b.
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