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BERNARDINO DE ARMELLADA 226 NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 193-227, ISSN: 0470-3790 Ese ser mayor que el cual no puede haber otro, deducido de la posibilidad del infinito abierta por la trascendencia del ‘ser unívoco’, es el que Escoto hará evidente en la triple prueba metafísica de la posibilidad de su existencia: Dios como primer principio infinito en el orden de la eficiencia, en el orden de la finalidad y en el orden de la perfección 56 . Pero lógicamente la posibilidad del ser supremo sólo puede fundarse en él mismo. Luego necesariamente existe. «Así es como a partir de la experiencia sensible –explica L. Honne- felder– podemos lograr abstractivamente conceptos, cuyos contenidos no están limitados al ámbito de la esencia de las cosas materiales, sino que son aptos para proporcionar, como ‘hilos conductores del trascen- der’, un conocimiento natural de Dios. La cuestión del conocimiento natural de Dios depende, pues, de la posibilidad de la metafísica como una ciencia de tales conceptos transcendentales. Solamente en forma de metafísica como ciencia del ‘ser en cuanto ser’ puede haber ciencia natural de Dios» 57 . Tomás Merton, en uno de sus libros, aconseja al hombre religioso ordinario evitar los argumentos sobre religión y especial- mente sobre la existencia de Dios’, para luego encarecer la pruebas escotistas para las mentes capaces de filosofar: «A los que conocen algo de filosofía les aconsejaría las pruebas de Duns Escoto sobre la 56 La exposición de tema tan fundamental la repite Escoto en sus varios Comentarios al Libro de las Sentencias: Ord . I, d.2 p.1; Lect. I, d.2 p.1; Rep. Paris. I, d.2 p.1; y de modo más detallado y ‘cordial’ en su extraordinario opúsculo Tratado del Primer Principio , traducido al español en Obras del Doctor Sutil Juan Duns Escoto , ed. bilingüe, por VV. AA..(Madrid 1960) 593-710. 57 «… dann hängt die Möglichkeit einer natürlichen Gotteserkenntnis davon ab, ob wir, entgegen der Aristoteles und Thomas zugeschriebenen These, im Ausgang von der Sinneserfahrung Begriffe abstraktiv zu gewinnen vermögen, deren Gehalte nicht auf den Umkreis der Washeit materieller Dinge eingeschränkt sind, sondern die geeignet sind, als ‘Leitfäden des Transzendierens’ eine natürliche Gotteserkennt- nis zu vermitteln… Die Frage der natürlichen Gotteserkenntnis hängt damit an der Möglichkeit der Metaphysik als Wissenschaft von solchen transzendentalen Begriffen. Nur in Form von Metaphysik als Wissenschaft vom ‘Seienden als solchen’ vermag es natürliche ‘Wissenschaft von Gott’ su geben». L. H ONNENFELDER , Scientia transcendens. Die formale Bestimmung der Seienheit und Realität in der Metaphysik des Mittelalters und der Neuzeit (Hamburg 1990) 158s.

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