NG200801005

BERNARDINO DE ARMELLADA 214 NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 193-227, ISSN: 0470-3790 Pero queda una duda. Si el ente en su concepto comunísimo es el primer objeto del entendimiento, ¿por qué no puede mover naturalmente al entendimiento cualquier objeto contenido bajo el ente, como se ha argumentado en la primera razón de la primera cuestión? Y entonces parece que Dios (en sí) podría ser conocido naturalmente por nosotros, y también las sustancias inmateriales, cosa que hemos negado; es más, lo hemos negado de todas las sustancias y de todas las partes esenciales de las sustancias, pues hemos dicho que no son concebidas en ningún concepto quidita- tivo más que en el concepto del ente 34 . A esto se responde que objeto primero de una potencia es el adecuado a la potencia como tal, y no aquel que es adecuado a la potencia en alguno de sus estados: así como, en la vista, se señala como objeto primero, no aquel que es adecuado a la vista que se halla en un medio iluminado por una candela, sino el que por disposición natural es adecuado a la vista de por sí, en lo que comporta la naturaleza de la vista. Ahora bien, como se ha probado antes –en contra de la primera teoría sobre el primer objeto del entendimiento, que dice ser la quididad del ser material el objeto adecuado–, a nuestro entendimiento, en su naturaleza de potencia, nada puede adecuarse fuera de lo más común. Sin embargo, en el estado presente se le adecua como objeto motivo la quididad del ser sensible, y por eso, en ese estado 35 , no entenderá por vía natural de passionibus propriis entis. - Differentia ultima dicitur quia non habet differentiam, quia non resolvitur in conceptum quiditativum et qualitativum, determinabilem et determinantem, sed est tantum conceptus eius qualitativus, sicut ultimum genus tan- tum quiditativum habet conceptum». Ord. I, d.3, p.1 q.3, n.130-131; Vat III 81. 34 «(Dubitatio de primo obiecto intellectus pro statu isto). Sed restat unum dubium. Si ens secundum suam rationem communissimam sit primum obiectum intellectus, quare non potest quodcumque contentum sub ente naturaliter movere intellectum, sicut fuit argutum in prima ratione ad primam questionem: et tunc videtur quod Deus naturaliter posset cognosci a nobis, et substantiae omnes immateriales, quod negatum est; immo negatum est de omnibus substantiis et de omnibus partibus essentia- libus substantiarum, quia dictum est quod non concipiuntur in aliquo conceptu quidi- tativo nisi in conceptu entis». Ord. I, d.3, p.1 q.3, n.185; Vat III 112. 35 Cf. BERNARDINO DE ARMELLADA, Antropología escotista del «status iste» (¿Frente a otras situaciones posibles? , en Via Scoti. Methodologica ad mentem Joannis

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz