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EL CONCEPTO UNÍVOCO DEL SER , PASO DE ESCOTO A LA POSIBILIDAD… NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 193-227, ISSN: 0470-3790 211 en que tal razón no encierra formalmente ninguna imperfección o limitación (como serían las cosas materiales), se remueven de ella las imperfecciones que la acompañan en las criaturas y, mante- niendo invariada la razón de sabiduría o de voluntad, se atribuye a Dios en grado perfectísimo. Esto demuestra que toda investigación sobre Dios supone que el entendimiento posee el mismo concepto unívoco que obtuvo de las criaturas 29 . La univocidad del ser es un supuesto para el conocimiento de las cosas. Pues nada se concibe distintamente más que cuando se conciben todos los elementos que están incluidos en su razón esencial. Y es precisamente el ente (el ser) lo que va incluido en todos los conceptos inferiores quiditativos. Luego ningún concepto inferior se concibe distintivamente sin ser entendido en el ente . Por otra parte, el ente no puede ser concebido más que distinta- mente, ya que es concepto absolutamente simple. Tiene que ser captado, por tanto, distintamente en sí sin necesidad de buscar su explicación en otra cosa, mientras que las demás cosas no pueden entenderse si el ser no es claramente concebido. Luego el ente es el primer concepto concebible distintamente. De esto se sigue que los objetos que son más próximos al ente se conciben antes, porque el conocer distintamente se obtiene por la definición que se investiga por el método de división, empezando del ente hasta llegar al concepto del objeto definido. Ahora bien, en la división se presentan primero los objetos concebidos antes, como el género 29 «Confirmatur etiam haec quarta ratio sic: omnis inquisitio metaphysica de Deo sic procedit, considerando formalem rationem alicuius et auferendo ab illa ratione formali imperfectionem quam habet in creaturis, et reservando illam ratio- nem formalem et attribuendo sibi omnino summam perfectionem, et sic attribuendo illud Deo. Exemplum de formali ratione sapientiae (vel intellectus) vel voluntatis: consideratur enim in se secundum se et ex hoc quod ista ratio non concludit forma- liter imperfectionem aliquam nec limitationem, removentur ab ipsa imperfectiones quae concomitantur eam in creaturis, et reservata eadem ratione sapientiae et voluntatis attribuuntur ista Deo perfectissime. Ergo omnis inquisitio de Deo supponit intellectum habere conceptum eundem, univocum, quem accepit ex creaturis». Ord. I, d.3, p.1 q.1-2 n.39; Vat III 26s.

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