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EL CONCEPTO UNÍVOCO DEL SER , PASO DE ESCOTO A LA POSIBILIDAD… NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 193-227, ISSN: 0470-3790 209 la revelación. ¡Sutil univocidad del ser, que no confunde a Dios con la criatura! La univocidad pensada por Escoto tiene dos verificaciones: la lógica o de segunda intención , y la real trascendental o metafísica. Tal univocidad significa ante todo la máxima extensión indistinta respecto de todo cuanto existe o puede existir, de todos los modos y formas del ser hasta el Ser infinito: Dios. Mientras que la univo- cidad lógica-intencional es el concepto de ente en nuestra mente, no el ser real 24 , la univocidad metafísica del ente es un concepto real, de primera intención, producto del entendimiento agente y del fantasma 25 . Sobre el concepto unívoco a Dios y a la criatura, Escoto se expresa así: En segundo lugar, digo que Dios es cono- cido no sólo en un concepto análogo al concepto de la criatura, es decir, que sea completamente distinto del concepto que se predica de la criatura, sino en un concepto unívoco a Dios y a la criatura. Y para que no haya disputa sobre el nombre de univo- cación, llamo unívoco a aquel concepto que es uno de tal manera, que su unidad es suficiente para la contradicción, afirmándolo y negándolo del mismo sujeto; es suficiente también para constituir un término medio en el silogismo, de suerte que se pueda concluir que los extremos unidos en ese medio que presenta tal unidad se identifican entre sí 26 . La existencia de tal univocación así entendida la prueba con cinco argumentos: El primero es a partir de la diversidad del con- cepto diverso y del dudoso respecto de Dios: el entendimiento 24 Cf. A. G. MANNO, Introduzione al pensiero di Giovanni Duns Scoto . Bari 1994, p. 103ss. 25 O. TODISCO, Giovanni Duns Scoto, filosofo della libertà (Padova 1996) 119 nota. 26 «Secundo dico quod non tantum in conceptu analogo conceptui creaturae concipitur Deus, scilicet qui omnino sit alius ab illo qui de creatura dicitur, sed in conceptu aliquo univoco sibi et creaturae. Et ne fiat contentio de nomine univo- cationis, univocum conceptum dico, qui ita est unus quod eius unitas sufficit ad contradictionem, affirmando et negando ipsum de eodem; sufficit etiam pro medio syllogistico, ut extrema unita in medio sic uno sine fallacia aequivocationis conclu- dantur inter se uniri». Ord. I, d.3, p.1, q.2, n.26; Vat III 18.

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