NG200801005

EL CONCEPTO UNÍVOCO DEL SER , PASO DE ESCOTO A LA POSIBILIDAD… NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 193-227, ISSN: 0470-3790 205 en su vaciedad objetivo-esencial contiene toda la variedad de las determinaciones objetivo-esenciales. A través de la prioridad de la pura determinabilidad frente a todos los conceptos genéricos y específicos ‘posteriores’, el concepto de ‘ens’ “sobrepasa” todos los conceptos categoriales y se sitúa fuera de todo género y como tal es un concepto transcategorial, transcendental . En este sentido dice Escoto que el ‘ens’ se divide en infinito y finito antes de descender a los diez predicamentos, porque como finito es común a los diez géneros. Por eso las características pro- pias del ‘ente’ en cuanto común a Dios y a las criaturas, son carac- terísticas del ser según su indiferencia antes de ser determinado en los géneros 19 . La ‘ratio entis’ no se encuentra al nivel de los conceptos esen- ciales delimitados por otras conceptualidades, sino que está más bien frente a las mismas como el único determinable, sin dejar de ser él mismo. Siempre presente en toda conceptualidad como el primer contenido fundamental. Un communissimum simpliciter cognoscible distintamente como último y primero en la línea de los conceptos determinables. 4. El conocimiento de Dios como ente . Esto lleva a la cuestión fundamental de la filosofía de Escoto: la cognoscibilidad natural de Dios. Constituye la primera parte de la distinción tercera de la Ordinatio, con dos cuestiones afines: 1) A ver si Dios es cognosci- ble naturalmente por el entendimiento del hombre en este mundo y 2) si Dios es lo primero que conocemos naturalmente en este estado terreno. Después de aducir cuatro testimonios relativos a la incognos- cibilidad de Dios, propone la exigencia provisional de lo contrario, desde la filosofía de Aristóteles: “La metafísica es teología acerca de Dios y de las cosas divinas. Y en su actuación, es decir, en la consideración actual de las substancias separadas (de las cuales la 19 «Sed omnia quae consequuntur ens ut commune est Deo et creaturae, con- sequuntur ens secundum suam indifferentiam, et ideo consequuntur ens per prius quam determinetur ad genera. Huiusmodi autem quae sic consequntur ens, sunt transcendentia, et ideo non erunt in genere». Lect. I, d.8 p.1 q.3, n.107; Vat XVII 37.

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