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“EL KANT DE LA FILOSOFÍA ESCOLÁSTICA”: FR. QUERUBÍN DE CARCAGENTE… NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 141-190, ISSN: 0470-3790 185 entraña la demostración de Dios, de la ley moral y de la inmortali- dad, á que no alcanza la razón humana, para Escoto la voluntad es también superior a la razón, no sólo con relación à la vida pre- sente, sino á la vida eterna, cuya esencia consiste en un acto de la voluntad y no del entendimiento” 108 . Esta tercera analogía se refiere al problema epistemológico. Pero la aseveración de la primacía de la facultad volitiva frente a la racional no implica una apuesta por la filosofía práctica frente a la especulativa, ni una negación, al con- trario, del principio escolástico “ Nihil volitum quin præcognitum ”. El capuchino advierte que de lo que se trata es de subrayar el con- curso de la voluntad como remedio que libera el conocimiento de Dios de constricciones. No se trata de negar el entendimiento sino de alterar el equilibrio de las facultades, pero en otro orden distinto: “Santo Tomás quiere que el entendimiento sea más excelente: Escoto cree que lo es la voluntad” 109 . Decir que la centralidad de la volun- tad reside en la fruición y no en la visión no es sino profundizar en el pensamiento de la escuela franciscana y lo ya afirmado por san Buenaventura, y no implica, ni mucho menos, el anular la especu- lación. Ante las acusaciones de Zeferino resuena de fondo algo que aparece en el capítulo XIII de la Apología , y que podría dar expli- cación a una interpretación tan imparcial del pensamiento escotista y que se puede observar en la manera en la que se interpreta la encíclica Aeterna Padris , un movimiento saludable de revitalizar el pensamiento de la Edad Media que, a juicio del profesor capuchino “adolece de un grave defecto, que pudiéramos calificar benigna- 108 Ib. , 73 . “Al exponer y analizar la doctrina de Escoto, hemos visto que éste tiende á sobreponer el orden práctico al especulativo, y que para él la voluntad y sus manifestaciones ó funciones son superiores á los actos y manifestaciones del enten- dimiento; y no hay para qué recordar que esto constituye precisamente uno de los caracteres fundamentales de la doctrina de Kant, en la cual el orden práctico y las manifestaciones de la voluntad tienen una importancia superior al orden especula- tivo y á las manifestaciones de la razón como facultad de conocer” (Z. GONZÁLEZ, O. c. , 304). 109 Cf. Apol. , 73.

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