NG200801004
MANUEL LÁZARO PULIDO 164 NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 141-190, ISSN: 0470-3790 verde esta obra “quedará en España como el manual clásico y más completo sobre esta importante materia, hasta bien entrado el siglo XX” 53 . La verdad es que realizar una sistematización de la historia de la filosofía en aquellos tiempos desde la inspiración cristiana no era tarea fácil. Y Zerefino González ve en la forma de hacer frente a la razón de Santo Tomás de Aquino una metáfora viva, una analogía perfectamente válida para los tiempos que le tocaban vivir y para la forma de narrar la historia filosófica desde la óptica del siglo XIX, donde al albur de la Modernidad tocaba realizar un nuevo intento de diálogo entre fe y razón. Se trataba de asumir un cierto escepticismo que huyera de todo dogmatismo 54 : del de los principios académicos y de los principios de la razón subjetiva, de forma de rendir compa- tibles una filosofía mundana kantiana con la filosofía cristiana y los principios que alimentaban la escolástica de modo que no se traten de discursos inconmensurables. La filosofía cristiana, la tesis de la fe, puede presentarse de forma escolástica: “Desde la perspectiva de Fray Zeferino (y de otros escolásticos) –señala Bueno– el contenido de la filosofía al menos cuando se considera con respecto a la fe, es o puede ser tan científico como el de las demás ciencias” 55 . Santo Tomás de Aquino se presenta como un pensador ecléctico que no renuncia a su filosofía aristotélico-cristiana 56 . Un esfuerzo de integra- ción que conoció algunos excesos como los de unir en un intento 53 C. VALVERDE, “Ceferino González”, en E. CORETH, W. M. NEIDL y G. PFLIGERSDORFFER (eds.), O. c. , 231. 54 “De aquí esta impresión más o menos acentuada de escepticismo que se experimenta de primera intención al terminar la lectura de la historia de la Filosofía. Porque, en efecto, nada más a propósito para producir en la mente impresiones y corrientes escépticas, que el espectáculo de la lucha constante, periódica y no pocas veces estéril de la Filosofía consigo misma, la considera- ción de la impotencia para descubrir, arraigar y establecer de una manera permanente en el seno de la humanidad ninguno de sus sistemas, ninguna de sus soluciones doctrinales” (Z. GONZÁLEZ, Historia de la Filosofía , vol. 1 (Madrid 2 1886) XIII). 55 G. BUENO, O. c. , 195. 56 Z. GONZÁLEZ, Estudios sobre la filosofía de Santo Tomás de Aquino , vol. 1 (Manila 1864) 7.
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