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LIBERTAD Y RACIONALIDAD EN DUNS ESCOTO NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 123-139, ISSN: 0470-3790 129 2. tales proposiciones necesariamente verdaderas preceden, en su verdad, a todo acto volitivo o son verdaderas prescin- diendo de todo querer. 3. tales proposiciones son de tal manera evidentes que son aprehendidas necesariamente como tales por el entendi- miento divino. 4. la voluntad divina ha de concordar necesariamente con tales proposiciones evidentes. Tenemos también que son consideradas como verdades nece- sarias las proposiciones evidentes en razón de sus mismos términos, es decir, las proposiciones tautológicas y aquellas que se infieren necesariamente de ellas. Tales verdades evidentes son verdades en sí mismas, en razón de sus términos, y han de ser aprehendidas como verdades necesarias por el entendimiento divino y sin que su verdad dependa en absoluto de algo exterior a ellas mismas, como un acto volitivo o un querer. Tales verdades evidentes expresadas en pro- posiciones tautológicas son necesarias y, por tanto, no son creadas pues, en tal caso, serían contingentes. Como necesarias en sí mismas, no pueden ser modificadas o hechas falsas por la voluntad divina. Ésta simplemente tiene que aceptarlas y someterse a ellas. A este tipo de verdades evidentes en razón de sus términos, per- tenecen las leyes naturales –tanto teóricas como prácticas– que son “ Principios necesarios evidentes en razón de sus términos o son conclusiones derivadas necesariamente de tales principios. Ambas encierran verdades necesarias. Por tanto, Dios no puede convertirlas en falsas. Dios no puede hacer que lo que ordenan no sea bueno y lo que prohíben no sea malo y, en consecuencia, hacer de un ilícito algo lícito ” 6 . 6 Quaestiones In Librum IIIum Sententiarum, dist. 37, q. unica, n° 1 ( Opera Omnia, edición Vives, t. XV, 741b): “Quae sunt de lege naturae, vel sunt principia necessaria nota ex terminis, vel sunt conclusiones necessario sequentes ex talibus principiis; sed sive sic, sive sic, habent veritatem necessariam. Igitur Deus non potest facere ea esse falsa... Igitur non potest facere illud quod mandant fieri non esse bonum, et quod prohibent non esse malum, et per consequens de tali illicito lici- tum”.

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