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ALEJANDRO DE VILLALMONTE 118 NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 79-122, ISSN: 0470-3790 mandamiento de la Ley evangélica: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón al y prójimo como Cristo nos amó” . En su obra “Tra- tado acerca del primer principio”, obra de extraordinaria densidad metafísica, termina la reflexión mostrando que el Primer Principio no puede menos de ser el único que posee la infinita amabilidad. Por- que si hubiese otro Bien infinito, la voluntad no podría amar a nin- guna de todo corazón y no encontrar nunca su perfecta felicidad 32 . La ortopraxis sobre la ortodoxia . Es una consecuencia connatu- ral del voluntarismo escotista en general y, en forma más inmediata, de su concepto de la teología como reflexión sobre la verdad reve- lada, ordenada a la ‘práxis’, que es ‘amor recto de la caridad. La teo- logía ha de ser concebida como ‘ intellectus amoris/intellectus cari- tatis ”, cono ciencia ‘práxica”. El tema es amplio, pero es conocido y no vamos a demorarnos en él. Pero sí indicamos que, al favorecer la excelencia de la ortopraxis sobre la ortodoxia en el tratamiento de los contenidos de la revelación, Escoto evitaría con holgura los inconvenientes y hasta aberraciones que Feuerbach detecta en el exclusivo celo con que el cristianismo (occidental) ha defendido la ortodoxia: actitud excluyente, orgullosa, estímulo hacia el dog- matismo duro y cerrado frente a los ‘hetero-doxos’. Propensión a la violencia inquisitorial, a provocar guerras de religión. Esta tenaz defensa de la fe (ortodoxia) la califica como el “origen de todos los males del cristianismo ” 33 . En dirección positiva, esta excelencia de la ortopaxis sobre la ortodoxia está en mejor armonía con las direcciones del pensa- 32 ESCOTO, Tratado acerca del Primer Principio , Madrid 1960, 709-710. 33 L. FEUERBACH, La esencia del Cristianismo , Madrid 1995, 299. Hay otras frases similares en el apartado 27 dedicado a “La contradicción de la fe y el amor”, 290-310. Porque la fe puede provocar una pasión excesivamente rígida por la orto- doxia, por defender la fe. Y, como la fe tiene su sede en la inteligencia, el intelec- tualismo teológico que hemos comentado tiene aquí su campo de acción. El volun- tarismo se basa en la preeminencia del amor. La ortopraxis se gobierna por el amor. Obviamente, las apreciaciones de Feuerbach pueden ser extremosas, pero dan tema para pensar sobre los excesos de la ‘ortodoxia’ (y colateralmente del intelectualismo / racionalismo) en el Cristianismo occidental.

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