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ALEJANDRO DE VILLALMONTE 112 NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 79-122, ISSN: 0470-3790 (ex maxima caritate) . Es decir, que, para el voluntarista Escoto, el orden más perfecto de la vida íntima de Dios y en el universo creado por Dios se consigue en el ejercicio del supremo amor de Caridad. El que impone la voluntad, libre, caritativa, amante, libe- ral. La razón es que Escoto, siguiendo a Agustín, concibe la caridad como ‘ordo amoris - ordinatus amor” . La voluntad, la libertad, el amor, la caridad de Dios es por sí misma “ordenada ”: amor orde- nado. Por eso, en primer lugar Dios ama el bien infinito de su esen- cia con amor / caridad intensamente infinito, al Bien infinito de su esencia. Y este amor, ordenadísimo por esencia, le impulsa a hacer a otros copartícipes del Bien infinito de su esencia: a Cristo, a los hombres, el universo entero. Como consecuencia, en lugar de repetir el viejo axioma de ascendencia helénica (aristotélica, estoica): el sabio es el que establece el orden ( sapientis est ordinare), Escoto, como teólogo cristiano, establece este otro axioma como clave para compren- der el orden del universo: el que ama es el que establece el orden ( amantis est ordinare ). Dios-Caridad es quien se decide ordenadí- simamente a crear el universo y establece el orden que lo mantiene en su desarrollo 26 . Obviamente, la voluntad humana establece el orden en el hombre y en el universo, cuando se decide a dejarse guiar por la voluntad divina que es, por definición, ordenadísima. Esta propuesta de Escoto del Amor como estableciendo el orden en el universo de los seres se corrobora mediante dos sím- bolos utilizados por la teología escotista: el símbolo de la ‘pirá- mide amorizada’ y el símbolo de la esencia divina como ‘centro de amor’. La pirámide amorizada . Este símbolo es utilizado por un dis- cípulo de Escoto, Vital de Forno. Pero es obvio que se desarrolla sobre un texto de Escoto que acabamos de citar . Todo el universo podemos imaginarlo como una pirámide formada por los seres todos del universo, ordenados unos a otros jerárquicamente. En la 26 Dios obra ordenada - ordenadísimamente porque obra a impulso de su amor / caridad: Oxon. III,d.23, q.unic.,n.6 (Ed Vives 25 432-433 -324). Rep. Par. II , d. 27, q.1, ( Ed. Vives 23 ) 91a.

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