NG200801002
ALEJANDRO DE VILLALMONTE 106 NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 79-122, ISSN: 0470-3790 de las ideas divinas. Vista como infinitamente imitable ad extra en seres y mundos posibles innumerables. Varado y como del todo ensimismado dentro de esta contemplación, el entendimiento divino se encuentra –a nuestro modo de ver– en esta alternativa: o bien no puede dejar la contemplación (y el gozo intelectivo correspon- diente) de la esencia divina, varado como está en la contemplación de su infinita riqueza; o bien, si hubiere de salir fuera de sí, lo haría obrando necesariamente, ‘al modo de la naturaleza’ ( per modum naturae ). Pues tal es su modo propio específico de obrar. No dis- pone de otro, ya que no es formalmente libre. Y entonces se cae en dos de las dos grandes afirmaciones del necesitarismo helénico ará- bigo: la Inteligencia primera produciría necesariamente el mundo y lo produciría desde la eternidad. O bien no produciría nada distinto de sí, porque no puede salir de sí misma. El universo sería eterno e independiente de la Inteligencia primera. Y además, como no es libre, no podría producir más que el mundo más perfecto, ya que no posee libertad y dominio sobre sus actos como para dominar y limitar su propia acción productora. Y como la Primera inteligencia obra por necesidad, todo lo que ella produce está sujeto a la necesi- dad. En una palabra, Escoto no encontró forma de superar el nece- sitarismo vigente entre los ‘filósofos’ de su tiempo, sino recurriendo a enfatizar, dar la primacía a la voluntad libre (al amor, a la caridad) a la hora de comunicarse Dios, de producir algo fuera de sí ( ad extra ). Tal comunicación es un “decisión libre-amorosa-caritativa de Dios Trinidad en el Amor”. Para el teólogo cristiano Duns Escoto la descripción del Primer Principio como “Noesis Noeseos Noesis” se trasforma en “Amor-Amoris-Amor”. En ‘Amante, Amor, Amado’ que decía Agustín y la teología posterior. Sólo la voluntad, la libertad, el amor puede superar la indeterminación y el inmovilismo en que se encuentra el entendimiento para salir de sí mismo por el despliegue de su dinamismo y su propio modo de obrar. El Primer Amor se difunde por amor . Al explicar y concretar el proceder de la voluntad divina, del amor liberal que es Dios, ofrece Escoto unos textos muy conocidos y de extraordinaria densidad. Ocurren cuando va a exponer el misterio de la predestinación de Cristo y de los hombres en torno a Cristo. En un primer momento
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