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EL PRIMADO ABSOLUTO DE CRISTO EN ESCOTO… NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 9-77, ISSN: 0470-3790 71 Afirmar esto es afirmar que, en el supuesto de creación de cualquier otro mundo de los posibles, tendría que acontecer algo así como la Encarnación o un equivalente de la Encarnación 40 . Esta afirmación comporta también la aceptación de que la venida de Cristo no sólo no es en razón de una ‘necesidad’ de sub- sanar o restaurar, sino que es el gran Don de Dios que tendría que acontecer en cualquier mundo de los posibles, si estos hubieran de ser creados. Esta posición del problema, si bien no esté propuesta expresa- mente por Escoto, como decíamos, es consecuente con los princi- pios que juegan en su modo de argumentar a favor de la Primacía de Cristo ‘pro nunc’ y nos lanza a nosotros a pensarla como real, si bien posible, empujado por el ímpetu del pensar expreso escotista. Un autor no sólo es lo que dice, sino lo que él puede sugerir como pensador fuera del tiempo. En efecto, Escoto concede la posibilidad de otros mundos dis- tintos del nuestro, Escoto propone implícitamente la implicación dada en el Deus diligit se aliis y en el vult diligi ab alio summe de hecho y en nuestro mundo concreto; de aquí, nosotros nos pregun- tamos de si, en todo mundo posible, si ha de ser realizado, puede y tiene que darse esa metateoría de salvación implicada en los princi- pios anteriormente mencionados. Este modo de preguntarnos está sugerido también por el modo de preguntarse Escoto sobre el problema de la justificación de la venida de Cristo, o se comprende a partir de la manera inquisi- tiva en la que Escoto se pregunta sobre la Encarnación. En efecto, 40 Digo un equivalente de la Encarnación en el sentido de que si los entes inteligentes y capaces de amar fueran sólo los Ángeles, por ejemplo, la Encarnación sería personación y asunción de una naturaleza meramente espiritual y no ‘humana’. Rahner parece negar esta posibilidad de la encarnación como asunción de una naturaleza meramente espiritual (cfr. Mysterium Salutis , 423). Escoto, por su parte, prefiere hablarnos de encarnación humana, fundado en que ésta, la encarnación no se realiza en dependencia de la mayor nobleza natural de las naturalezas, sino por pura gratuidad. Por otra parte, la Encarnación es previa a la creación de cualquier ente y, en consecuencia, no puede ser condicionada por el grado de ser de los seres que le son posteriores.

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