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EL PRIMADO ABSOLUTO DE CRISTO EN ESCOTO… NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 9-77, ISSN: 0470-3790 69 Yo he defendido en el capítulo sobre el Primado de Cristo, repito, que una creación en la que no hubiera ente capaz de conocer y de amar o en el que no hubiera principio antrópico, no solamente no tiene sentido, sino que es imposible para el que no entienda al kuvruwn lovgoy como El Libre. Un mundo sin entes espiri- tuales tiene sentido, sin embargo, para aquellos que le comprenden como bonum difussivum sui, como veíamos. Por el contrario, no tiene sentido y es imposible en esta posición de Escoto, pues que crear por El Libre, es un diligit se aliis . Y un diligit se aliis exige que hay ‘condiligentes’, pues que el ‘círculo del amor’ no se puede romper y exige el segundo miembro. Aún más: creo que el ‘círculo’ del amor exige que acontezca el ‘Sumo Amante’, encarnado como ‘hombre’ o no, pero como el ‘otro’ que le pueda amar de manera suma, esto es, un Cristo encarnado. Lo que intento decir es que, si Dios se decide a crear, esta decisión a crear implica la venida de la Segunda Persona entre los creados. Expresado de otra manera: crear entes condiligentes para la rea- lización de una Superamistad, exige su realización suma posible, que solamente Cristo puede cumplir. Lo hemos visto: Ni Adán, ni ninguna criatura espiritual, puede realizar el grado sumo posible de Supera- mistad. Solamente Cristo puede realizar este grado sumo posible. Como anunciaba, pienso que este modo de expresarse recoge la afirmación fundamental del Axioma Trinitario defendido por K. Rahner y, por otra parte, la mejora, por cuanto la comprensión del Libre Creador, que se ama en el otro y que quiere que este otro le devuelva amor en grado sumo, sin duda, supone que haya, entre Dios y los entes finitos o creados, entre Dios y su Cristo encarnado una diferencia radical del tipo del primo diversa in realitate y no una diferencia que conlleve una ‘quasi forma’ divina estructural de la criatura, exigida por Rahner, debida, me parece, al naturalismo intelectivo, de inspiración hegeliana, en el que diluye Rahner el axioma 37 . 37 Cf. de K. Rahner su famoso estudio: Der dreifaltige Gott als transzenden- taler Urgrund der Heilsgeschichte, recogido en Mysterium Salutis II/1 (Einsiedeln- Zürich-Köln 1965) trad. española, 1969, 317ss. De alguna manera recoge este estu-