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EL PRIMADO ABSOLUTO DE CRISTO EN ESCOTO… NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 9-77, ISSN: 0470-3790 65 tomista y la concepción del Dios ‘libre’ del que se escandalizan, hay inmerso y escondido, un problema metafísico de alto coturno y, me parece, de suma y decisiva importancia, pues que atañe a la naturaleza y al corazón mismo de la comprensión decisiva de qué y quién es el kuvruwn lovgoqy o Dominador en absoluto 32 : si es un Dios libre que crea libremente o es una Natura Naturans que se exprese en su obra o natura naturata por modo de difusión más o menos natural. Un Dios Naturaleza, dotado sí de voluntad, pero que no es necesaria y formalmente ‘libre’. Lo que está en causa es de si se trata de un Dios, El Libre, que, en la creación de éste o de cualquier otro mundo esté dirigido en su obrar por el principio de secundo, diligit se aliis y que, en consecuencia, haya creado por modo de ‘suma caridad’ 33 y que exija el diligi ab alio in summo o no es, más bien, un Dios comprendido como un bonum diffusivum sui. Un Dios, pues, que es libre creador y que esté, por lo mismo, obrando libremente en el corazón de lo real, tanto de este mundo concreto como de cualquier otro mundo posible que existiera; y esto, no por supercausalidad (metafísica) ‘natural’ alguna y, además, que, esto no obstante, pueda aniquilar este mundo y crear otros mundos. En todo mundo, estaría implicado, a su manera, el principio teológico creacional de si (Deus diligit se aliis) .... entonces (vult diligi ab alio summe) . Un Dios, pues, que si crea, lo hace para constituir un estado sumo de Superamistad en todo caso, un estado de Supera- mistad en donde el Cristo sería el Primero. Aplicado esto a nuestro caso, podríamos preguntarnos, ¿y si Dios hubiera creado otro mundo? ¿Tendría que haber acontecido en él algo así como un ‘pecado’ y, en consecuencia, solo bajo este supuesto, hubiera habido Encarnación, o bien, hubiera sido este otro mundo, en todo caso, una expresión y realización del Deus diligit se aliis que implicara vult diligi ab alio in summo, esto es, 32 Estoy haciendo referencia al ‘logos por antonomasia’ del megárico Dio- doro Crono y a todas sus variantes interpretativas, incluida el Geschick heidege- riano. 33 Cf. mi estudio: “Individuo y sociedad en Duns Escoto” , en Antonianum . 76 (2001) 62 ss. Véase allí el interesantísimo diverso modo de comprender la “omni- potencia” divina por Sto. Tomás y por Escoto, 67.