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ISIDORO GUZMÁN MANZANO 48 NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 9-77, ISSN: 0470-3790 ser amado por éste en sumo grado’ vertido, ahora, en el condicio- nal: ‘Si Dios quiere crear, entonces ha de crear un sumo Amador’. De aquí sacaremos otras conclusiones importantes. Digamos que, de antemano, ha de ser evitado todo ‘determinismo natural’ en lo que vamos a decir, ya que toda la argumentación que vamos a dar se fundamenta sobre una lógica débil montada sobre el carácter del obrar libre. Quizás podamos expresar mejor el sentido de lo propuesto a investigación en nuestra reflexión si lo expresamos por compara- ción a lo que nos dijeron expresamente los grandes Escolásticos. Todos los grandes Escolásticos, Sto. Tomás y San Buenaventura en concreto, han pensado a Cristo como el que es la suma obra de Dios. De ello no cabe la menor duda, como sabemos. La Encarna- ción o la gracia de la Encarnación o unión hipostática significa y es la suma obra que Dios ha realizado en virtud de la cual Cristo es el ente más excelente o ‘summum Opus Dei’. El Cristo pensado por estos teólogos, pues, es tan ‘summum Opus Dei’ como lo es el de Escoto y, al revés. Lo cual es tanto como decir que el Cristo al que todos los teólogos se refieren es al Cristo concreto, esto es, Encar- nado. Es de esta maravilla de obra de Dios ‘ad extra’ de donde parte Escoto en su argumentación a favor de la Primacía de Cristo. Lo que pasa es que Escoto declara que Cristo es el Primero, con anterio- ridad de naturaleza y de tiempo, a todo lo creado. Escoto declara, pues, que Cristo es ‘Medium tenens in omnibus’ del Seráfico exten- diendo su razón de Medio, en el doble sentido: en el sentido de ser el Verbo Encarnado en cuanto encarnado, el Medio en absoluto de la creación –no puede ser ‘ocasionado’– y, Él es el Medio de salva- ción de quien pecó como de quien no pecó de hecho. No lo olvi- demos, pues que son afirmaciones importantes en el pensamiento de Escoto: toda criatura, incluso inocente, dentro de este mundo, necesita de salvación, por un lado; y por otro, esta salvación, que acontece a un nivel de profundidad superior y más profunda que la salvación comprendida como ‘redención’ de pecado cometido, es una salvación por y en Cristo Jesús. Pero el Cristo pensado por el uno y por el otro, por santo Tomás y por san Buenaventura en concreto, como ‘summum Opus

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