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ISIDORO GUZMÁN MANZANO 42 NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 9-77, ISSN: 0470-3790 hombres, ni han contraído pecado original alguno, han necesitado y han sido salvados por el único Redentor; por lo mismo, la Santísima Virgen fue salvada en concreto por el único Salvador. Esto es y en pocas palabras: todos se salvarán en y por Cristo Jesús, hayan o no pecado. Y todo, porque Él es el Primero, el Primero como Redentor universalísimo y perfectísimo y que es tal no ‘ocasionado’ por el pecado de alguno. Y la razón última es porque, siendo Cristo Salvador el Primero entre todos los entes sobre todo con respecto a los entes capaces de conocer y de amar, todos nacen y viven bajo esta gracia crística mien- tras que no la desechen y contradigan por libre pecado personal. Pero todo ser capaz de conocer y de amar, aún cuando ino- cente en teoría, es absolutamente incapaz de salvación, si Dios no se la concede en Cristo Jesús, de potencia divina ordenada, como decíamos antes. Esta visión en horizonte escotista, prescinde y declara sin inte- rés no solamente la cuestión del monogenismo o poligenismo, sino que prescinde y declara sin interés la cuestión de si pertenecen a la misma especie ‘humana’ o no, si se concede otro modo de ser inteligente y volente, cual los Ángeles u otros seres inteligentes en otra parte del mundo. Todos, porque Dios crea queriendo darse a amar por el ‘Otro Sumo’ y quiere que en este ‘otro’ Sumo encuen- tren todos gracia de Salvación. Por lo mismo, todos nacen o vienen a la existencia con el existencial sobrenatural originario concedido al inocente, necesitado, no obstante, de salvación crística, como vengo diciendo. El sobrenatural originario es crístico, como venimos diciendo. Añadiría aún más: todo ente inteligente nace siendo hijo de Dios en y por Cristo Jesús. Después, la biografía de cada uno, decidirá quiénes no son salvados por el Redentor único compren- dido como Restaurador del demérito propio. Por lo mismo, declara sin interés, hablando en perspectiva teológica, la cuestión, otrora discutida y que puede seguirse discu- tiendo, de si, en el caso de que hubiera ‘hombres’ en otros planetas, éstos habrían pecado o no en Adán, de si necesitarían ser salvados por Cristo como Redentor de pecado. En perspectiva de la Primacía de Cristo, también éstos habrían sido redimidos por Cristo en todo caso. Y es porque la teoría escotista, pensada a fondo, declara sin