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ISIDORO GUZMÁN MANZANO 24 NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 9-77, ISSN: 0470-3790 el primero: Cristo es el principio operante en el mundo desde el principio del mundo. Para justificar esto, a saber, que Cristo Jesús es el Primero, con primacía de naturaleza y de tiempo, Escoto recurre al principio metafísico de que lo más perfecto, Cristo Jesús, es lo más próximo, tanto al final como al principio, al Principio, Dios. Este principio metafísico de la filosofía clásica griega, según el cual lo último es lo primero y al revés, le sirve a Escoto para justificar, una vez que sabemos que el hombre Jesús es el Hijo de Dios, que el Primero de los creados, el anterior a todos con prioridad de naturaleza y con prioridad de tiempo, fue Cristo Jesús. Lo cual no puede ser interpre- tado sino como una prioridad metahistórica por razón de los datos o ex natura rei en materia contingente. Por otra parte, Escoto nos hace comprender cómo esta ‘meta- historia’ es primera y primordial, a pesar de que, en el decurso, acontezca en un tiempo determinado, al afirmar que el acto primero o antiquus de la libertad de Dios (de amor de caridad), es el mismo que el novus y al revés: El acto de libertad implicado en el instante de la encarnación temporal del Verbo, que podemos llamar novus , es el mismo en el que decidió eficazmente, como acto antiquus, al crear un hombre, Jesús de Nazaret, que fuera su Hijo y el Primero conforme al cual fue creado todo, el simple ‘Adán’ en concreto. Ya podemos considerar todas las vicisitudes de la historia del mundo y de los hombres interpretándolas como pura historia y sin más. Pero, una vez que sabemos que siempre se trata de obra de amor en la que Dios diligit se aliis desde el inicio y desde el comienzo, esta historia es también, radicalmente y a una, un diligit se aliis que es e implica vult diligi in summo ab alio . La historia no puede ser otra, sino historia de salvación o historia de condenación; la historia no puede ser interpretada teológicamente de otra manera, sino como historia del bien salvífico o del mal de condenación. Lo cierto es que Dios, en todo ‘nunc’ de la historia, está presente con este diseño originario de salvación que es su Cristo y, como vere- mos, está presente de un modo más íntimo en todo ‘nunc’ de la his- toria de todos los que se salvarán en Él. Todo ‘instante’ de la historia es un ‘instante’ de salvación o es un ‘kairós’ de Cristo presente en el

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