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ISIDORO GUZMÁN MANZANO 20 NAT. GRACIA LV 1/enero-abril, 2008, 9-77, ISSN: 0470-3790 supralapsario. Escoto lee este supralapsarismo superior, leyendo dentro en la grandeza de Cristo: esta Obra suma de Dios no puede ser ‘ocasionada’, puesto que es de valor absoluto y, en cuanto tal, tiene que ser lo primero querido por Dios. Responde, por consi- guiente, plenamente a la lógica del amor expresado en el diligit se aliis y en el vult diligi ab alio in summo. Pero lo lee también en la lógica singular implicada en la lógica del amor intradivino de ‘Dios, primero, se ama a sí mismo’ y, des- pués, Dios ve que es bueno el darse caritativamente ‘ad extra’ . Y, en consecuencia, Dios quiere ser amado caritativamente por el ‘otro’ en sumo grado posible. Conocemos los textos de Escoto. Pero hay que repetir la meditación sobre los mismos. Sólo así entramos en la vena profunda que están en la base de sus afirmaciones. Lo implicado dentro y profundamente en ellas, lo podríamos expresar diciendo que es la lógica singular del amor; o, remedando un famoso dicho, podríamos decir que se trata de una charitas quaerens intellectum , como intelección de la ‘caridad que busca su comprensión’ . Y el sentido último de la caridad está en la “Superamistad” querida por Dios. Y ¿quién es, quien puede amar a Dios ‘in summo’ como ‘otro’? Este ‘otro’ no puede ser más que el hombre Jesús, una vez que sabemos por los Evangelios, por la historia pues, que Él es el encar- nado Hijo de Dios. Escoto, alzando el vuelo, nos dirá que, por haber sido pre- destinado el hombre Jesús a ser Hijo de Dios como el primero, no viene originariamente para ejercer función de Restaurador de pecado o restaurar un orden degradado. Él es el Otro que, como Primero, responderá con amor inmenso al amor infinito de Dios creando ‘ad extra’ y creando ‘ex maxima charitate’ . Y para forzar esta primacía de Jesús, algunas de las Reportaciones precisan: aún cuando no hubiera sido creado ningún otro hombre, incluso si no hubieran sido creados otras cosas y otros seres, el hombre Jesús hubiera venido y habría sido predestinado a ser Hijo de Dios. Lo cual, por ahora, no debería ser interpretado en el sentido de que, si Dios quiere crear, tenga que crear a su Cristo, no. En el contexto, se trata de una hipérbole, o modo de decir que Cristo es el Primero en todo.