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866 JOAQUÍN LUIS ORTEGA cional con él arrancaba de su presencia, siempre grata y provechosa, en el Consejo de Dirección de la BAC. Presencia, por otra parte, que se cuenta ya por lustros y que se caracteriza por su asiduidad o las sesiones del Consejo, por su lealtad en la colaboración y por sus aportaciones siempre ponderadas y respetables. Con toda verdad, puedo confesar que, como Director de la BAC en los últimos quince años, tuve siempre en este “capuchino salmanticense” un consejero de alta calidad. Cuando en 1994 yo mismo propuse a la Conferen- cia Episcopal que, para mantener la primigenia e intensa relación que había existido siempre entre la BAC y la UPSA, se nombrara a un catedrático de la Pontificia Consejero de la BAC, la Conferencia accedió gustosamente y la Pontificia eligió para ocupar el puesto al P. Dionisio Castillo, Decano entonces de la Facultad de Filosofía. ¿Cómo no reflejar esta faceta del P. Dionisio en el libro homenaje que ahora tan justamente se le dedica? Y ¿porqué no hacerlo con este trabajo que sintetiza la labor de la BAC a lo largo de su historia y el significado de su existencia al servicio de los libros que contienen la esencia de la cultura católica de siempre y de ahora mismo? Nada de lo que se ha hecho en la BAC en los últimos lustros le ha sido ajeno a tan diligente y cualificado Consejero. Tampoco la programación editorial de la BAC orientada hacia las Américas con especial predilección. Por eso me ha parecido que este testimonio de la presencia libresca y literaria de la BAC en la capital de Cuba era bueno que figurara engastado en el volumen de la jubilación acadé- mica del P. Dionisio Castillo. Por mi parte, con sincera y agradecida amistad. INTRODUCCIÓN Cuando Rafael Alberti visitó La Habana por primera vez, descri- bió asi su llegada; “En La Habana, a la sombra de las palmeras, me abrieron abanicos y revoleras”. No he tenido yo la misma suerte. Ni la merecía, ni la he echado en falta. Entre un poeta andaluz (gaditano, por más señas) y un clé- rigo castellano (burgalés, en concreto) suelen mediar algunas dife- r s y a s v t a l t r l l r s

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