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848 FRANCISCO R. PASCUAL comentario lírico a la vida” (E. d’Ors). No fue un movimiento verda- deramente poético. Es decir, creador. Porque poesía, en su esencia y en su semántica, es eso: creación. Sólo puede ser obra del espíritu, principal asiento de nuestra “eternidad”. La juventud verdadera no es algo que venga dado. Se conquista... Como la eternidad... Reiteramos que la juventud es la edad poética por antonomasia. Es poética porque es eminentemente creadora, hacedora, obrera. Pero nadie se llame a engaño. La juventud no es creadora porque haga muchas cosas. Hay otras edades en que se hacen más cosas que en la juventud. La juventud es creadora porque consiste en hacerse a sí misma. Semejante a Dios, no sólo hace poemas, sino que ella misma es poesía. Por eso, el místico renano nos invita a todos, inclui- dos los más viejos, a conquistar la eterna juventud de nuestras almas. Dedico este intento de reflexión con el Maestro Eckhart a Dio- nisio Castillo, jubilado de su actividad docente en la Universidad Pontificia de Salamanca. Amigo Dionisio: ahora puedes crecer, más que nunca, en esa “juventud eterna” que predicó Eckhart allá en el siglo XIII. Tienes más tiempo disponible para cultivarla. Y no olvides unas palabras de Alexis Carrel, que a mí me impresionaron cuando era muchacho: “La más grande aspiración de los hombres ha sido conseguir la juventud eterna. Desde Merlín a Cagliostro, Brown-Sequard y Boronoff, sabios y charlatanes han perseguido el mismo ensueño y sufrido la misma decepción. Nadie ha descubierto el secreto. Sin embargo, lo necesitamos cada vez con mayor urgen- cia. Porque la única juventud eterna es la del alma. Y la civilización científica actual ha destruido el mundo del alma”. (†) Francisco R ODRÍGUEZ P ASCUAL Universidad Pontificia de Salamanca y l s c s e I s ( a

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