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828 ANTONIO SÁNCHEZ CABACO t a ( t l i f r s c a t l r i l a i y t t e tenidos, administrado al alumno mediante las técnicas pedagógicas oportunas. De la misma manera, se debe ejercer un control sobre todo el proceso, que dé cuenta de si los objetivos planteados en un principio se han cumplido o si es necesaria una acción correctora que lleve al funcionamiento eficaz del sistema (Roe, 2002; Troyano, Gar- cía y Marín, 2005). La monografía publicada por Benito y Cruz (2005) refleja de forma nítida la globalidad del proceso, desde una concep- tualización actualizada del proceso enseñanza-aprendizaje, con el horizonte fijado en el EEES. Este proceso de cambio plantea necesi- dades formativas, que los Institutos de Ciencias de la Educación (ICE) de las universidades están intentando cubrir con programas de actua- lización docente. A continuación se señalan algunas de las temáticas en las que más se está incidiendo, para comprender la naturaleza del cambio: Enseñanza y evaluación de competencias, metodologías activas, trabajo en equipo y programación, habilidades de comunica- ción/motivación en el aula, planificación docente multicultural Produce tristeza, cuando no escalofríos, el que algunos miem- bros de la comunidad universitaria no hayan comprendido la natu- raleza básica del debate en el EEES. Intentar obviar que la institución universitaria no puede seguir reproduciendo moldes decimonónicos en la sociedad de la información y la comunicación, es, provocar el letargo y secuestrar el espíritu innovador y de progreso puntero que debe regir el quehacer universitario cotidiano. Y, además, debería definirse la meta con un firme compromiso y convencimiento de todos los miembros que conforman esta compleja red organizacional hacia la formación integral del alumno. La pregunta final: ¿Hay posibilidades de recuperación ante el diagnóstico establecido? Pues debemos ser optimistas, ya que como hemos señalado reiteradamente (Cabaco, 2005c; 2006a; 2006b), la Universidad que deriva del EEES es más transparente, comprome- tida, humanista y que innova. Por esta razón, la única respuesta posible a los retos de la calidad se centra en adoptar el modelo de organizaciones que aprenden donde las prácticas de acoso y los sistemas feudales no tienen cabida. La lucha de fuerzas que genera la encrucijada actual, entre los defensores de la universidad cerrada (inmovilismo y perpetuación de los sistemas pirámides de control y poder) frente al modelo de Universidad abierta (innovación y liberalización de los esquemas de funcionamiento universitario)