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792 FRANCISCO IGLESIAS textos. Esos textos deben leerse en el contexto cultural-eclesial en que nacieron y teniendo muy en cuenta las perspectivas y las inten- ciones de fondo, incluso de índole metodológica, que motivaron las preferencias de los padres conciliares. Vale la pena, pues, hacer unos subrayados elementales a título de premisas imprescindibles, para acercarse respetuosamente al último Concilio universal de la Iglesia. En primer lugar, hay que reconocer que la teología que influyó en el Concilio Vaticano II se encontraba en un estado, muy marcado, de transición difícil de definir. Por un lado estaba la teología deno- minada neoescolástica, dominante en el contexto oficial de la curia romana, que inspiró profundamente los primeros esquemas concilia- res. Una teología (aún presente luego, a lo largo de todo lo que va del llamado posconcilio) que se encontró desde el primer momento con la necesidad de entablar un dialogo a fondo con la “nueva psicología de la Iglesia” 4 , representada por otra consistente corriente de padres conciliares, que aportaba visiones innovadoras, desde el punto de vista del contenido y de los métodos, a base de un mayor calado bíblico, patrístico e histórico y de una sensibilización y apertura espe- cíficas ante los retos de la Iglesia, de la cultura contemporánea y de la familia humana en general 5 . Este humus teológico complejo y posi- tivamente dialéctico en que se desarrolló el Concilio provocó una amplísima gama de temáticas nuevas, que desbordaron el tiempo, la capacidad y la calma necesarias para un tratamiento serio y bien inte- grado de todos los elementos en juego. Los participantes en el Concilio fueron muy conscientes de esto y en la preparación de los textos trataron de conjugar diversas meto- dologías para llegar a concluir, según los casos, con afirmaciones 4 Cf. PABLO VI, “El final del Concilio, principio de muchas cosas ( LOR , 19.11.1965)”, en J.L. MARTÍN DESCALZO, El Concilio de Juan y Pablo (Madrid 1967) 870; AA.VV. , Vaticano II. Enciclopedia conciliar: Historia, Doctrina, Documentos , (Barcelona 1967) 11. 1262. 1282ss. Vale la pena constatar la incidencia notable en la LG del material proveniente de la comisión teológica preparatoria, cuyo secretario fue el P. S. Tromp. Cf. A. MARCHETTO, “Il diario del sacerdote gesuita Sebastian Tromp sul Concilio ecumenico Vaticano II”, en L’Osservatore Romano , 12-13.03.2007, 7; S. TROMP, Konzilstagebuch mit Erläuterungen und Akten aus der Arbeit der Theo- logische Kommission I-II , preparado por Alexandra von Teuffenbach (Roma 2006). 5 K. RAHNER, “El significado permanente del Vaticano II”, en Il Regno/Docu- menti , 01.02.1980, 75. c s g a g s c a i t a c a i c c e s c

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