NG200701030
CUARENTA AÑOS DE POSTCONCILIO. ALGUNOS RETOS SIGNIFICATIVOS… 807 a a ; e a a - s a , l s e s - e e s . , - ” a e l - - , l - e - miento-imitación de Jesús, tal como lo propone el evangelio 18 . Todo esto debería ser, incluso reducido a lo esencial, una ayuda preciosa para el proceso de la verdadera “cristificación” de todo discípulo de Jesús. Cristología es una cosa, pero no siempre coincide plenamente con esta otra: informar, cristianizar, “cristiformar” por dentro y por fuera toda la vida con el ejemplo, la doctrina y el espíritu de Jesús. b) La persona del cristiano: repito, del cristiano “sic et simpliciter”, es decir del típico christifidelis (fiel o cristiano o fiel cristiano), lo que es una auténtica realidad teológica-existencial personal (la del discípulo de Jesús, la del creyente en Él). En este apartado entraría, entre otras cosas, la definición teológica precisa de estos miembros del Pueblo de Dios, que es la Iglesia, con todos sus derechos y obligaciones y que gozan, por ejemplo, de las funciones de Cristo: Sacerdote, Pro- feta y Rey, y tienen el deber, en fuerza de su vocación, de aspirar a la caridad perfecta, es decir, a la santidad incluso heroica. De aquí que en este capítulo podrían y deberían integrarse también bastantes datos que se contienen en el capítulo IV actual de la LG, por lo que se refiere a la dimensión “cristiana” del bautizado, a prescindir de las peculiaridades particulares de su dimensión “laical”, propias de un estado concreto de vida. Creo que un planteamiento así, profundamente evangélico, de lo que es Jesús y de lo que significa para todo cristiano, en un nuevo capítulo III de la LG, llenaría una grave laguna en el actual esquema de esa constitución dogmática y serviría para poner de relieve la olvidada plataforma común de todos los que son miembros de la Iglesia, cuya cabeza es Cristo. Por otra parte, desde el punto de vista pedagógico, una formación así, medularmente cristocéntrica, ofre- cería mejores defensas al cristiano de hoy y del futuro, siempre más expuesto, como se advierte ya, a todo tipo de insidias deformadoras de la figura de Jesús de Nazaret y de sus seguidores. Una vez asentada en un nuevo capítulo “ad hoc” esta radical dimensión cristiana, que define y engloba a todo discípulo de Jesús, 18 Cf. PAOLO VI, “Esortazione apostolica Marialis cultus, 02.02.1974”, en ENCHIRIDION VATICANUM V, Documenti ufficiali della Santa Sede (1974-1976) , 10 ediz. (Bologna 1979) 95, n. 35: 66. Se encuentra aquí un hermoso modelo de sensibi- lidad teológica y pastoral y una invitación apremiante de parte de Pablo VI con refe- rencia a la Virgen, que puede aplicarse analógicamente, y con mayor razón, al caso de Jesús de Nazaret. ¡Una invitación papal prácticamente desatendida!
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