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CUARENTA AÑOS DE POSTCONCILIO. ALGUNOS RETOS SIGNIFICATIVOS… 799 - l - - - s r - s a y , y r s - , e - r - , a a e - ti - res, sin limitarse a un simple binomio de alternativas hermenéuticas de entrada; y luego confirmar, matizar, modificar o desarrollar “con- secuencialmente”, atribuyendo a cada cual lo suyo, los textos que el Concilio ha dejado abiertos, ambiguos o inacabados. En suma, el Concilio nos ofreció, con notable seriedad y hon- radez, un acervo de contenidos doctrinales y de estímulos prácticos, centrándose sobre todo en el ancho campo de la eclesiología; y esto por muchos motivos, entre otros por querer completar y poner al día el cuadro incompleto del Concilio Vaticano I (1869-1870). El carácter eminentemente pastoral que el papa Juan XXIII quiso imprimir a la asamblea conciliar, influyó también en los niveles de profundización y de exposición que se aplicaron –con un tiempo muy medido además– a los diversos temas. El Concilio llegó, des- pués de todo, a donde le fue posible razonablemente llegar enton- ces, en un momento conflictivo y de transición, bajo el signo del ajuste y del crecimiento, en el campo teológico y en el de la vida cristiana en general. A la Iglesia, a todos los miembros de la Iglesia, toca seguir asumiendo y relanzando con lucidez y respeto, sin radi- calismos y monopolizaciones, lo que los padres conciliares lograron ofrecernos. Todos los creyentes, pues, participan del compromiso de acercarse al manantial de doctrinas del Concilio, sin que nin- guno pretenda apropiarse unilateralmente, a la luz de las categorías monopolizadoras de “su” verdad, del espíritu y de la letra de los textos conciliares. Lo ideal sería, en una auténtica comunidad de fe como debe ser la Iglesia, que, a través de un verdadero diálogo, se pudiesen aprovechar los talentos de todos sus miembros para desarrollar, completar y vivir las grandes líneas del Concilio. Aquí está el primer reto del posconcilio, hoy incluso más que antes: leer, comprender y aplicar correctamente el mensaje conciliar, gracias a una pastoral actualizada que proponga una imagen más clara, más dinámica y más impactante de la identidad del discípulo de Jesús y de su Iglesia, inspirada en ese momento extraordinario de gracia que ésta vivió hace cuarenta largos años. 4. ¿UN CONCILIO IGNORADO Y LEJANO? Sin caer en pesimismos estériles, creo que el balance del pos- concilio o, en otros términos, el balance actual de la recepción del
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