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782 MANUEL LÁZARO PULIDO el gran referente de la metafísica y explicación racional medieval. Todo está matizado por su interpretación. En el ejemplarismo del obispo de Hipona, Dios trinitario es el ejemplar eterno y el resto la creación. En este esquema el estatuto de la creatura se entiende como signo divino. Como ya indicamos en el Seráfico, san Agustín señala la distancia insalvable entre Dios y los seres creados. Es en esta distancia que podemos fundamentar que las cosas creadas son vestigios, pues como dice J.J. Garrido, “el mundo material lleva en sí la «huella» ( vestigium ) de Dios su creador; tiene una semejanza con él, pero una semejanza que se ignora a sí misma y no se traduce nunca en dinamismo consciente” 107 . El protagonismo divino que lleva en sí los arquetipos de la naturaleza posibilita la teoría sígnica de san Agustín. Es decir, los seres refieren a Dios como vestigios de la Trinidad 108 . Desde ellos ascendemos en el conocimiento divino. El ejemplarismo es aplicado al momento dialéctico en fusión con la reducción, superando por un lado el carácter lógico y dotando de profundidad y movimiento el metafísico. De igual modo, la teología del símbolo se desarrolla en el mismo sendero del neoplatonismo cristiano, es decir, en el Pseudo-Dionisio y Escoto Eriúgena, logrando enriquecer la concepción expresiva del signo agustiniano. La teología simbólica dionisiana se muestra mucho más cercana al carácter unitivo ascensional. Los seres creados son sím- bolos que contienen de alguna manera al Dios que nos muestran y del que descienden: no sólo son indicando (signos), sino que indi- can siendo (símbolos). A san Buenaventura le llegan estas fuentes a partir de la suma de varias circunstancias como son el ensayo sintético de la Escuela de San Víctor en el siglo XII y la importancia que en la escolás- tica alcanza la metodología del estudio de la Sagrada Escritura, el comentario académico y la traducción de textos. Este contexto exegético propicia la interpretación creatural desde su naturaleza e historia, entroncándola en el dato bíblico e ilustrada en las imágenes de espejo y libro de la creación. Por último, y de nuevo, el espíritu 107 J.J. GARRIDO, El pensamiento de los Padres de la Iglesia (Madrid 1997) 75. 108 Cf. J. ITURRIOZ, “El trinitarismo en la filosofía de San Agustín”, en Revista Española de Teología 3 (1943) 89-128. f l e s t y g a r s ( c q s 3 l s o p e
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