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EL HOMBRE EXPRESIÓN DE DIOS: BUENAVENTURA Y FEUERBACH 755 e l - a y a r s e a - l y - a l a a a ) ”, - a - d a a - tematización antropológica supone la realidad “hombre” como algo incuestionable. Se trata de saber cuál es su lugar, su plaza en el cosmos. También significa que está en estrecha dependencia con el mundo en el que vive: el hombre es un reflejo (microcosmos) de la naturaleza (cosmos), para llegar una cuestión sobre el sentido. En este esquema se mueve san Buenaventura. En la segunda mirada sobre el hombre, más cercana en el tiempo a nosotros, centrada en la subjetividad moderna 7 y la cons- trucción afirmativa o negativa de la misma, Feuerbach tiene mucho que decir. De hecho, sus afirmaciones sobre la esencia del hombre van a ir tejiendo la red que construirán los autores que en célebre expresión de Paul Ricœur llamamos “filósofos de la sospecha” 8 . Sin embargo, la sospecha de la razón de la subjetividad humana no contribuyó a la construcción humana, sino a allanar el terreno a la lectura científica del hombre nacida del auge de la ciencia, donde la explicación del cuerpo tomó criterios experimentales, pero no así la explicación del hombre. Es a partir del siglo XIX, en el que la ciencia y su metodología experimentaron un gran auge, cuando la parte biológica del ser humano entró de lleno en su explicación central, es decir, qué es el hombre y cómo funciona. La filosofía del hombre pasa a ser una antropología 9 . La inclusión de las llamadas antropologías científicas (antropología físico-biológica, antropología cultural...) han termi- nado en el siglo XX dominando el discurso sobre el hombre 10 –si bien los filósofos no renuncian a establecer un diálogo 11 –. Lo han hecho de tal modo que parte de los filósofos contemporáneos se 7 Cf. J. LORITE, “Kant, la pregunta por el ser del hombre y el nacimiento de la antropología como problema filosófico”, en Pensamiento 45 (1989) 129-155. 8 P. RICOEUR, Freud, una interpretación de la cultura (México 1973). 9 Surge la cuestión por la propia posibilidad de la antropología filosófica como disciplina con sentido. Cf. C.J. CELA, “¿Es posible una antropología filosó- fica?”, en Thémata: Revista de filosofía 33 (2004) 87-94. 10 Cf. J. RUFFIE, De la biología a la cultura (Barcelona 1982). Sobre el pano- rama antropológico filosófico del siglo pasado, cf. J. de SAHAGÚN, Antropologías del siglo XX (Salamanca 1976). 11 Cf. J.L. CHOZA, Antropologías positivas y antropología filosófica (Tafalla 1985); F.L. PELIGERO, “Las ciencias humanas y la antropología filosófica”, en Anua- rio de filosofía, psicología y sociología 4-5 (2001) 17-34. Una serie de estudios sobre la relación entre la antropología filosófica y los retos de las ciencias en el momento
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