NG200701029
768 MANUEL LÁZARO PULIDO La ruptura del proceso de retorno implica la eliminación de un proceso de afirmación negativa de la realidad. La crítica al desarrollo dialéctico de Hegel provocador de una objetivación de la naturaleza y su disolución en la Idea, provoca un cambio de perspectiva del método epistemológico de acercamiento a la realidad que termina afectando a la propia esencia humana y religiosa. La superación dia- léctica que emana del Uno en su momento de epistrophé , Feuerbach la quiere hacer regresar en la naturaleza efectiva, no en una supe- ración sin fin, sino en la identidad de la real esencia del Uno, que no es sino la propia naturaleza humana. La procesión de los seres es en realidad el proceso imaginativo que el hombre representa en su esencia hipostasiada. Feuerbach parte de la materia humana para retornar a ella. Está concepción del movimiento de la realidad afecta a la con- cepción expresiva del ser humano, pues si pretendemos haber des- entrañado el sentido de este recorrido auténtico, entonces podemos afirmar que, para no caer en el engaño y la ilusión de la proyección humana hemos de saber partir del hecho sensible (del que hemos hablado en un principio). Efectivamente sólo podemos operar posi- tivamente, y en este recorrido es imposible definirse sino es en la constatación. El hombre y la creación son expresión de Dios en cuanto necesidad de Dios para poder pensar: son la justificación de su existencia (“Primero crea el hombre, inconsciente e involuntaria- mente, a Dios a su propia imagen, y luego, a su vez, este Dios crea conscientemente y voluntariamente a los hombres a su imagen” 59 ). El bien del hombre es la verificación que Dios necesita para darse cuenta de su naturaleza bondadosa. La epistemología precede a la metafísica, pues el mundo es reflejo necesario de la esencia divina: “El hombre es el Dios revelado; sólo en el hombre se realiza y afirma la esencia divina en cuanto tal”, afirmará Feuerbach 60 . La dialéctica hegeliana se resuelve, pues, en la reducción al hombre, es decir, en la comprensión que el hombre tiene de sí mismo como expresión y representación de su propia conciencia. La unidad del proyecto del hombre está en sí mismo, en el encuentro de sí mismo, o sea, en su reconocimiento como representación y representado: 59 Ib. , 165. 60 Ib. , 273. l c s e c li y z t i e c a g 1 s
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