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724 JAIME REY ESCAPA cialmente el pecado original, porque extensivamente es mayor que el pecado actual 17 . Merece la pena dar una breve visión de conjunto del pensa- miento de Santo Tomás, pues en él se puede ver la posición más relevante de los opuestos a la de Escoto. En el presente orden de cosas, y en virtud del decreto eficaz de la voluntad divina, que así lo determinó, el pecado del hombre fue el motivo adecuado de la encarnación, de tal manera que, si el hombre no hubiera pecado, Dios no se hubiese encarnado. Aunque la encarnación haya sido hecha con ocasión del pecado, todas las cosas, sin embargo, fueron dispuestas por Dios de tal manera que se ordenaran a la gloria de Jesucristo como a su fin, de un modo especial a la redención del hombre 18 . Según la con- cepción de Santo Tomás, el Primado de Jesucristo, lejos de recibir detrimento del motivo de la encarnación, por el contrario, se exalta y se perfecciona. Aunque Dios se encarnó para perdonar todos los pecados del hombre, de modo especial lo hizo por razón del pecado original, de tal manera que, no existiendo éste, Dios no se encarnaría en virtud del presente decreto 19 . Dios podría, no obstante, en otro decreto distinto del actual, determinar encarnarse, aun cuando el hombre no hubiese pecado, si así quisiera. Especial atención merece San Anselmo de Canterbury 20 que aunque no pertenece a la escuela dominicana, su postura teológica frente a la cuestión hipotética se enmarca en el grupo de autores que subordinan la encarnación a la redención. Su teoría es cono- cida como teoría de la satisfacción . Quiere demostrar con razones necesarias 21 , no sólo la conveniencia, sino incluso, la necesidad de 17 Ib ., q.1, a.5c; q.40, a.1c; q.43, a.3.2; q.44, a.3c. 18 Ib ., q.1. a.3. 19 Ib ., q.1, a.4. 20 Para una exposición del pensamiento de S. Anselmo en relación al argumento general de la teología de la redención, ver J. JOSSON, Saint Anselme: sa vie et son traité des motifs de l’incarnation (Charleroi 1872); J. INTYRE, St. Anselm and his Critics. A Reinterpretation of the «Cur Deus homo?» (Edimburg 1954). 21 Para valorar exactamente las «razones necesarias» de S. Anselmo es opor- tuno tener presente que él no parte del punto de vista de la pura razón; parte de la fe para poder acoger después las verdades reveladas. l r f i l e L j j e s s I, F c v s

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