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722 JAIME REY ESCAPA divina hubiera podido conocer todo lo necesario para su salvación, pero el pecado le aparta de este camino y es necesaria la presencia de Cristo 10 : Todas las otras causas que hemos señalado de la encarnación se reducen al motivo principal del pecado. Pues si el hombre no hubiese pecado, hubiera podido, iluminado por la luz de la divina sabiduría y fundado por Dios en una rectitud moral perfecta, cono- cer todo lo que era necesario. Pero, como el hombre, apartándose de Dios, se entregó a las cosas materiales, fue conveniente que Dios se hiciese hombre a fin de salvarle por medio de esas mismas criaturas materiales 11 . En la cuestión Utrum, si homo non peccasset, nihilominus Deus incarnatus fuisset 12 , Santo Tomás opina que si el hombre no hubiera pecado, lo más probable es que Dios no se hubiera encarnado, aun- que estaba en su poder hacerlo. Sobre esta cuestión existen diversas opiniones. Unos dicen que el Hijo de Dios se habría hecho hombre aunque el hombre no hubiese pecado. Otros sostienen lo contrario. Y parece más razona- ble la opinión de estos últimos. Las cosas que dependen únicamente de la voluntad de Dios, y a las cuales la criatura no tiene ningún derecho, no podemos conocerlas a no ser por la Escritura 13 . No obstante añade Santo Tomás: 10 Cf. M. CUERVO, Suma teológica XI. Tratado del Verbo encarnado (III q.1- 26) (Madrid 1960) 14-67. 11 “Ad primun ergo dicendum quod omnes aliae causae quae sunt assi- gnatae, pertinent ad remedium peccati. Si enim homo non peccasset, perfusus fuisset lumine divinae sapientiae, et iustitiae, rectitudine perfectus a Deo ad omnia necessaria cognoscenda. Sed quia homo, deserto Deo, collapsus erat ad corporalia, conveniens fuit ut Deus, carne assumpta, etiam per corporalia ei salutis remedium exhiberet”. S. THOMAE, Summa Theologica , III, q. 1, a. 3. 12 Ib ., q.1, a.3. 13 “Respondeo dicendum quod aliqui circa hoc diversimode opinantur. Qui- dam enim dicunt quod, etiam si homo non peccasset, Dei Filius fuisset incarnatus. Alii vero contrarium asserunt. Quorum assertioni magis assentiendum videtur. Ea enim quae ex sola Dei voluntate proveniunt, supra omne debitum creaturae, nobis innotescere non possunt nisi quatenus in Sacra Scriptura traduntur, per quam divina voluntas innotescit”. l e c n n e c p r r p

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