NG200701028
PENSAR LA ENCARNACIÓN. UN ACERCAMIENTO A LA POSICIÓN… 739 , , l - a a a e l - a a . - o u n o f. a o s - n A a l- a n a - e a blecer su dominio en el mundo. La unidad y continuidad de la Histo- ria divina de Salvación está garantizada por el hecho de que toda ella se centra en torno a Cristo. El tiempo de salvación, todo entero, está concentrado en Cristo, pues sólo en Cristo, el tiempo de Dios se nos hace realidad 69 . Pueden servir de resumen de esta concepción bíblica las palabras de O. Cullmann: “Como se ve, realmente se sigue sin interrupción la línea de Cristo: Cristo, mediador de la creación; Cristo, siervo sufriente de Yahveh; cumpliendo la elección de Israel; Cristo, el Kyrios que reina actualmente; Cristo, el Hijo del hombre que vendrá para consumar todas las cosas. El preexistente, es crucificado ayer, reina hoy invisible, vendrá al fin de los tiempos. Todas estas figuras constituyen una sola: la de Cristo; pero le representan en el ejercicio de sus diversas funciones que se suceden temporalmente en la Histo- ria de la Salvación” 70 . En Escoto podemos encontrar, germinalmente, estas ideas desarrolladas por Cullmann, siempre comprendidas desde el punto de vista teológico de la Historia de la Salvación. “La doctrina de Escoto está enteramente dominada por la His- toria de la Salvación” 71 , esta Historia de Salvación se presenta como plan, decisión y voluntad eterna del Padre de salvar a todos los hombres en Cristo. El Padre predestina a todos los hombres a hacer- les imagen de su Hijo, para que sea Él el primogénito entre muchos hermanos 72 : Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio. Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera Él el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a esos también los jus- tificó; a los que justificó, a esos también los glorificó (Rm 8, 28-30) . 69 Sobre la orientación cristocéntrica de toda la Historia de la Salvación : A. de VILLALMONTE, “Problemas en torno al cristocentrismo teológico”, en Verdad y Vida 19 (1961) 113-129; L. VEUTHEY, “Il cristocentrismo di Duns Scoto”, en Misce- llanea Francescana 67 (1967) 3-17. 70 O. CULLMANN, Christ et le temps (Neuchâtel-Paris 1957) 75-76. 71 E. GILSON, Jean Duns Scot. Introduction à ses positions fondamentales (Paris 1952) 656. 72 La fraternidad a la que se refiere Pablo es la que nace de la comunión de la carne y de la sangre. Cristo tiene nuestras mismas raíces como se expresa en Hb 2,11-14: “Tanto el santificador como los santificados tienen el mismo origen. Por eso no se avergüenza de llamarles hermanos”.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz