NG200701028
736 JAIME REY ESCAPA Dios pues, quiere en primer lugar por la caridad para sí mismo el (ser) estar-bien, como fin que es de todas las cosas, en segundo lugar quiere que otro quiera para sí el (ser) bien-estar. En este ins- tante se puede poner la predestinación 59 . Todo el obrar de Dios ad intra y ad extra es esencialmente libre y esencialmente ordenado 60 . Para Escoto existe un orden divino en el querer y en el amar; en este orden de amar y de querer, el primer puesto le pertenece a la misma esencia divina que es el Sumo Bien , el único objeto adecuado al acto infinito de la voluntad. De la perfección de este acto nace el Ordo amoris : Todo el que quiere ordenadamente, primero quiere el fin, después inmediatamente las cosas que son más inmediatas al fin; Dios quiere ordenadísimamente; por lo mismo, quiere de esta forma: primero se quiere a sí mismo; de una manera más inmediata cuanto el alma de Cristo tiene de extrínseco 61 . Dios ama a los seres no por la perfección que ellos previa- mente tengan, sino para comunicarles la propia perfección, de ahí que podamos decir que el amor de caridad es productivo, fecundo y creador. Dios es perfecto amor porque ama a cada ser según la intrínseca amabilidad del mismo, no según la referencia o interés 59 “Vult enim Deus ex caritate primo bene esse sibi, tanquam fini omnium; secundo, vult alium velle sibi bonum esse. In isto instanti potest poni praedes- tinatio”. Rep. Par. III, d.32, q.un. , n.11 (XXIII, 508a). Más expresivo es el texto del Oxoniense que se encuentra en el manuscrito de la biblioteca de Asís: “Volendo alios condiligere idem obiectum secum [...] Quare primo se amat ordinate et per consequens non inordinate, zelando vel invidendo, secundo vult alios habere con- diligere” (Ms. 137, fol. 174b). Citado por G. IAMMARRONE, “Attualità e limite della cristologia de G. Duns Scoto per l’elaborazione del discorso cristologico oggi”, en Miscellanea Francescana 88 (1988) 282. Nota 13. 60 Escoto es el primero que en la historia de la teología acude al principio filosófico del «ordinate volens» . Con este principio quiere demostrar la prioridad y la gratuidad de la predestinación de Cristo con respecto a los otros predestinados. Cf. H. LENNERZ, “De historia applicationis principii: «omnis ordinate volens prius vult finem quam ea quae sunt ad finem» ad probandam gratuitatem praedestinationis ad gloriam” , en Gregorianum 10 (1929) 238-266. 61 “Omnis ordinate volens, primo vult finem, deinde immediatius illa, quae sunt fini immediatiora; sed Deus est ordinatissime volens; igitur sic vult; igitur primo vult se, et omnia intrinseca sibi; immediatius quantum ad extrinseca est anima Christi”. Rep. Par. III, d.7, q.4, n.4 (XXIII, 303a). s a t p e 3 l e a c S c r l t v c g t s (
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