NG200701028
732 JAIME REY ESCAPA causa del bien hecho a Adán, es decir, si no hubiese pecado; parece muy irracional 47 . Escoto cambia el planteamiento del problema. La cuestión está mal planteada; no se trata de una hipótesis sino de una cuestión de hecho. La clave de interpretación está en la predestinación: Utrum Christus praedestinatus fuerit esse Filius Dei 48 . Se coloca dentro del orden y plan divino actual, para plantear y resolver el problema y demostrar su teoría: Sin embargo, digo que la caída no fue la causa de la predesti- nación de Cristo. Es más, aunque ni el hombre ni el ángel hubiesen caído, ni hubiese que crear otros hombres fuera de Cristo, todavía Cristo hubiese sido predestinado 49 . “Hasta Escoto la cuestión no estaba planteada con toda la pre- cisión que era de desear. Lo que se deseaba saber entonces era si el Verbo se hubiese encarnado aun cuando no hubiese pecado, a pesar de darse todos cuenta de que el problema así planteado tenía difícil solución. Ya sea que respondieran positiva o negativamente; es desde este punto de vista desde el que la mayoría de los teólogos abordan la cuestión. Escoto no acepta este planteamiento porque no considera más que el orden y el plan divino actual: ¿Es Cristo el primer predestinado?, ¿Es decretado el primero y absolutamente en virtud del amor inmenso de su corazón? Este es el punto preciso que Escoto busca” 50 . Cristo es la obra más perfecta de Dios, tanto en el plano natural como en el plano sobrenatural. Es más perfecto que la humanidad y el universo entero. De ahí que Cristo no pueda ser querido por el 47 “Si lapsus esset causa praedestinationis Christi, sequeretur quod summum opus Dei esset occasionatum tantum, quia gloria omnium non erit tanta intensive quanta erit Christi, et quod tantum opus dimisisset Deus propter bonum factum Adae, puta, si non pecasset; videtur valde irrationabile”. Rep. Par. III, d.7, q.4, n.4 (XXIII, 303). 48 Cf. Ord. III, d.7, q.3 (XIV, 348-360). 49 “Dico tamen quod lapsus non fuit causa praedestinationis Christi, imo si nec fuisset angelus lapsus, nec homo, adhuc fuisset Christus sic praedestinatus, imo, et si non fuissent creandi alii quam solus Christus”. Rep. Par. III, d.7, q.4, n.4 (XXIII, 303a). 50 Cf. E. LONPGRÉ, La realeza de Jesucristo en San Buenaventura y en el B. Duns Escoto (Valencia 1927) 18. a e s c a d fi s c e
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