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DIOS, GRACIA Y JUSTICIA 711 . - s s : - a r a s - s s ” - i a . - e - e . s - s a abundancia de ustedes remedia su necesidad, para que la abundan- cia de ellos pueda remediar también la necesidad de ustedes y reine la igualdad, como dice la Escritura: El que mucho recogió, no tuvo de más; y el que poco, no tuvo de menos” (2 Co 8,13-15). 12. PANORÁMICA RICOS Y POBRES No ha sido fácil separar el pensamiento bíblico de los ricos por un lado y de los pobres por otro. Los textos se mezclan, se contrapo- nen, se complementan. No todo es dialéctica ni exclusividad. En la historia bíblica hay una evolución por la cual Dios se va adaptando pedagógicamente a su pueblo, preparándolo para “la ver- dad plena” (Jn 16,13). En una primera fase, la riqueza y la pobreza vienen de Dios. El cántico de Ana expresa este pensamiento: “Yahveh da muerte y vida, enriquece y despoja, abate y ensalza” (1 Sm 2,6-7). El Sirácida retoma la misma idea: “Bienes y males, vida y muerte, pobreza y riqueza vienen del Señor” (Si 11,14). Esta mentalidad la encontramos en el evangelio cuando los discípulos le preguntan a Jesús: “Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?” (Jn 9,2). Dios tiene que ir convenciendo a los hombres de que Él no quiere la muerte (Ez 18,32; 33,11; Sb 1,13); de que Él sólo crea lo bueno (Gn 1,4.10.12.18.24.31) y que el mal, la muerte y la pobreza son fruto histórico de hombres y mujeres. Viene una segunda fase en que la riqueza ya se atribuye al hombre como fruto de su trabajo, y la pobreza es el resultado de la holgazanería. “Pasé por el campo del perezoso, por la viña del hombre insensato, y estaba todo invadido de ortigas” (Pr 24,30-31). “Buena es la riqueza adquirida sin culpa, mala es la pobreza cau- sada por la indolencia” (Si 13,24). Se va abriendo camino para supe- rar la causalidad individual y llegar a una relación social, dialéctica, de que hay ricos porque hay pobres, y pobres porque hay ricos. Es que la Gracia y la justicia se reclaman mutuamente. Porque detrás de todos esos versículos emerge la figura de un Dios que no hace acepción de personas. Es una idea emergente. “Circunciden el prepucio de su corazón, y no endurezcan más su cerviz, porque Yahveh, su Dios, es el Dios de los dioses y el

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