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660 QUINTÍN ALDEA No necesitaba estímulos el Rey Católico, quien, el 11 de mayo siguiente, después de las consultas reglamentarias de sus Conse- jos, comunicaba a su tío el Emperador Fernando I lo que ya había resuelto y escrito al Papa, a saber, –y son sus palabras textua- les– “que yo he holgado mucho de entender el gran celo y santa determinación de Su Santidad en esto de celebrar el Concilio, ala- bándoselo mucho y ofreciéndole, demás de aceptarle, que yo por mi parte daré para ello toda la asistencia que pudiere, conforme a la obligación que tengo como príncipe cristiano, deseoso del bien uni- versal de la Cristiandad y de la auctoridad de quella Santa Silla” 15 . Y un mes más tarde, el 18 de junio, volvía el Rey a insistir al embajador de Roma, Francisco de Vargas, que negociase con el Papa que el Concilio “se haga con el consentimiento de los prínci- pes cristianos, especialmente del Emperador y Rey de Francia, cuyo consenso no solo paresce necesario para lo general de abrirse el Concilio, pero también en lo que toca al lugar y otras cosas subs- tanciales, porque, no se haciendo con la voluntad y asistencia de los dichos príncipes la convocación y publicación del, no podrían ser de aquel efecto que S. Santidad y todos debemos desear, ni se podría proceder sin grandes dificultades...” 16 . Queda aquí clara la perspectiva europeísta de Felipe II y su acti- tud favorable hacia el Concilio. Le informaba también el Rey de las negociaciones y diligencias que hacía con el Emperador y con el Rey de Francia para que faci- litasen todas las cosas. Y al de Francia, en concreto, había instado por medio del embajador francés en Madrid, obispo de Limoges, que impidiese allí la celebración de un Concilio nacional, del que se temían grandes daños para toda la Cristiandad. En Roma daban por perdida para la causa católica toda Europa, excepto las dos penínsu- las: la ibérica y la italiana. Por fin, no dejaba de recordarle Felipe II a su embajador que el Concilio fuese prórroga y continuación del anterior. “También diréis a S. Santidad, escribe el Rey, que habiendo de celebrarse el 15 M. FERRANDIS, El Concilio de Trento , tomo II (Valladolid 1934) 34: Carta del Rey al Emperador, Toledo 11 mayo 1560. 16 Ib ., 42-43: Carta de Felipe II a Vargas, Toledo 18 junio 1560. t c r c r t r l s li t l l S l e t

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