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EL CONTROL DE LA JERARQUÍA ECLESIÁSTICA POR LA CORONA… 659 a r e - - - - a a a r I - - s e - l r - - s s , z y señalábales otros cuando convenía que los creyesen y persuadiesen a los demás” 11 . Pero jamás se le podrá tachar de hipócrita o de falso en materia religiosa. Y tampoco se le podrá tildar de remiso en un asunto con- siderado por él tan importante como la continuación del Concilio de Trento. Éste a priori, sin embargo, está confirmado a posteriori con abundante documentación. Ya en el mismo tratado de Cateáu-Cam- brésis, contra lo que dice Pastor, se estableció como primer acuerdo “la convocación y celebración de un santo concilio universal, que es tan necesario para reformar y reducir toda la Iglesia cristiana a una verdadera unión y concordia” 12 . Y poco después, muerto ya Paulo IV (18 ag. 1559), que “había fracasado como papa, había quedado atascado en la represión pura- mente negativa de lo nuevo, se había desacreditado con su nepo- tismo y se había enemistado con casi todas las potencias católicas por su excesivo amor propio” 13 , le sucedió Pío IV (25 dic. 1559) que había de dar remate feliz al Concilio de Trento. El nuevo papa envió enseguida sus nuncios a las diversas Cortes de Europa para preparar el camino. A España envió a Mons. Ottaviano Reverta, obispo de Terra- cina, quien como amigo y confidente de los Caraffa ya había nego- ciado en Bruselas asuntos de los nepotes de Paulo IV. Ahora, en esta nueva misión diplomática, los volvía a defender a instancia de Pío IV, que meses después firmaría la sentencia de muerte, a garrote vil, del mismo cardenal Carlos Caraffa. El cometido principal de Terracina –el del Concilio– se lo expuso a Felipe II el primero de abril de 1560 en la audiencia que con él tuvo, rogándole una pronta respuesta 14 . 11 D. SAAVEDRA, Empresas políticas , Q. ALDEA (ed.), tomo I (Madrid 1976) 410. 12 C. GUTIÉRREZ, Trento, un problema: la última convocación del Concilio , vol. I, (Madrid 1995) 241-242. 13 H. JEDIN, El Concilio de Trento en su última etapa (Barcelona 1965) 17. 14 R. DE HINOJOSA, Los despachos de la diplomacia pontificia en España , tomo I (Madrid 1896) 114.