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EL CONTROL DE LA JERARQUÍA ECLESIÁSTICA POR LA CORONA EN LA MONARQUÍA DE FELIPE II Puede parecer exorbitante para el espacio de que disponemos el tema propuesto: tema inmenso, enormemente complejo y de raíces muy profundas, tanto en el tiempo como en el espacio. Y para agra- varlo más, tal vez sea éste el tema más polémico sobre la figura del Rey Católico. El reinado de Felipe II abarcó 40 años y el ámbito de su Monar- quía se extendía no sólo por la Península Ibérica, sino por gran parte del territorio de Italia (Napóles, Sicilia, Cerdeña y Milán), por los enclaves del Norte de África, por parte de la actual Francia (el Rose- llón y la Cerdaña, el Franco Condado y el Norte de Francia) y por los Países Bajos. Y, fuera de Europa, por los inmensos territorios de Ultramar, desde el Pacífico a las Islas Filipinas. En todas estas regiones existía la jerarquía eclesiástica. ¿Ejerció Felipe II sobre ellas un control, es decir, un dominio e intervención? ¿En qué sentido? ¿Fue ese control una usurpación del poder espiri- tual de la Iglesia? ¿Sometió Felipe II con refinado maquiavelismo la religión y la Iglesia a la razón de Estado? ¿Fue realmente Felipe II un creyente sincero y leal a la doctrina de la Iglesia? Todas estas cuestiones y otras parecidas no se plantean aquí caprichosamente. Casi todas se han planteado con rotunda convic- ción por aquellos a los que la figura del Rey Prudente les resulta o les parece funesta. No ha habido epíteto deshonroso que no se le haya lanzado a la cara como un baldón: opresor del Pontificado Romano, tirano mís- tico, déspota, fanático, galicano, demonio del Mediodía. Y, si leemos la emponzoñada Apología de Guillermo de Orange, veremos a un Felipe II hipócrita, engañador, cruel y monstruo de todos los vicios 1 . 1 R. GARCÍA VILLOSLADA, Felipe II y la Contrarreforma católica: Historia de la Iglesia en España , tomo III (Madrid 1980) 2ª ed., 5-6.