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638 ÁGUEDA RODRÍGUEZ CRUZ No es fácil de precisar cuántos serían. Hay algunos indicios. La uni- ficación del rectorado coincide con la aparición de los consiliarios, cuyo oficio comienza a formar parte de la organización del Estudio. Se les menciona en Real Cédula de Juan II, de 16 de octubre de 1388, en la que también figura el rectorado en singular, y no porque la figura de los consiliarios sea una nueva institución en el Estudio, sino en cuanto a la organización de su oficio. Como, por otra parte, los consiliarios representaban a las naciones es posible que los rectores hubieran tenido una significación semejante. El número de consiliarios en Salamanca aparece fijado defini- tivamente en las constituciones de Martín V (const. I). Eran ocho, dos por cada nación o región: dos de las diócesis de León, Oviedo, Salamanca, Zamora, Coria, Badajoz o Ciudad Rodrigo; dos de las dió- cesis de Santiago, Astorga, Orense, Mondoñedo, Lugo, Tuy o reino de Portugal; otros dos de las diócesis de Toledo, Sevilla, Cartagena, Córdoba, Jaén, Cádiz, Plasencia o Cuenca; y los otros dos de las de Burgos, Calahorra, Osma, Sagunto, Palencia, Ávila o Segovia, de los reinos de Aragón y Navarra o de cualquier otra nación extranjera. De modo que por lo menos cuatro consiliarios pertenecían a los reinos de Castilla y León. En cuanto a los rectores, siempre de más categoría, pudieran ser cuatro, tantos como naciones. Pero como esas cuatro naciones (si prescindimos de Aragón, Navarra, Portugal y los demás extranjeros que, salvo Portugal daban escaso contingente de escolares) corres- ponden a los reinos de Castilla y León, parece más lógico suponer, y se da como conclusión casi cierta, que los rectores fueron solamente dos, uno por cada reino. Tengamos en cuenta que dos naciones correspondían al reino de León con el anejo de Portugal, y otras dos al de Castilla, con Aragón y Navarra y los demás extraños 22 . Entre el profesorado, los grandes maestros, y los hubo de talla, no pocos eran procedentes de los reinos de Castilla y de León. Recor- demos, entre otros muchos, a dos figuras famosas que han dado nombre a la Escuela, el maestro Francisco de Vitoria, burgalés, el Sócrates español, el creador, sistematizador, del derecho internacio- nal; y fray Domingo de Soto, teólogo de pensamiento inquieto y for- 22 V. BELTRÁN DE HEREDIA, Cartulario de la Universidad de Salamanca, I, (Salamanca 1970) 189-209. ll a v e t y c e c l r t v s c e y c e A d h r ( e E

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