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610 MIGUEL ANXO PENA años, pasando por él un número nada desdeñable de 394 colegiales, todos ellos pertenecientes al clero secular. Abel Vázquez señala que, para sostener el centro, el P. Cámara se verá obligado a enviar allí “a muchos de sus seminaristas y sacerdotes jóvenes para asegurar el auditorio de los Estudios superiores” 76 . No cabe duda que la situación del país, especialmente en lo económico, determinaba también la situación de las instituciones católicas y, por lo mismo, aquellos que querían ser ordenados in sacris . De esta manera, los buenos deseos del Obispo salmantino, así como el apoyo incondicional del cardenal Rampolla desde Roma, no eran suficientes para que, de la noche a la mañana, en España se contase con unos candidatos al sacerdocio que no fuesen de una procedencia baja, que no permitía pensar en una formación y cualificación pausada y atenta. Así lo expresa él, mostrando su perplejidad y dificultad ante el hecho: “En España, el primer apuro para todos los Obispos es la pobreza de los seminaristas. La mayoría de los Prelados exclaman ya: ¿cómo vamos a llevar a los Seminarios Pontificios nuestros pobrísimos alum- nos? Y los Prelados de los Seminarios especiales dirán: ¿cómo vamos a dotar a los Profesores de la manera que desearíamos e insinúa la Sagrada Congregación, para retenerlos en sus cátedras sin otras aspi- raciones? ¿Cómo disponer de los crecidos caudales que requieren las carreras de brillo? ¿Habrá en todas partes Seminarios capaces para el número de alumnos que supone el pensamiento de Roma?” 77 . Pero el mismo P. Cámara mueve sus influencias para lograr todos los medios oportunos con que elevar la formación del clero y, de esta manera, de toda la sociedad. Fruto de sus esfuerzos será también la promoción de dos becas para estudiar en Roma. En 1892 había sido fundado el Colegio Español de Roma, por expreso deseo de León XIII, que quería además que sus colegiales asistieran a las aulas de la Gregoriana 78 . El mismo hecho de que los colegiales estu- 76 A. VÁZQUEZ GARCÍA, “El Padre Cámara. Figura preclara del episcopado español y fundador de los Estudios Eclesiásticos superiores de Calatrava”, en Hispa- nia Sacra 7 (1954) 349. 77 T. CÁMARA, “A su venerable clero y amados fieles de la diócesi [ sic ]”, en Boletín Eclesiástico de Salamanca 44 (1897) 274-275. 78 No nos detenemos en dicha institución, puesto que ya ha sido suficiente- mente estudiada. Acerca de la misma, cf. AA.VV ., Estudios, seminarios y pastoral en un siglo de historia de la Iglesia en España (1892-1992) , (Roma 1992); V. CÁRCEL c 2 c e l c i l s s e c I I d d c l p a c c e s è

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