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576 MIGUEL ANXO PENA salmantino en el siglo XVI , aunque la realidad era ya otra muy distinta, y no se tenía tampoco una conciencia muy clara de qué suponía eso, en la reflexión y elaboración teológica. La misma decadencia teológica había tenido una clara manifes- tación en 1795, cuando en la Corte había sido publicado un impreso anónimo, en la imprenta de Benito Cano, que llevaba por título, Observaciones de un teólogo a otro 1 , conteniendo algunas propo- siciones injuriosas contra los teólogos de Salamanca. El ataque era en razón de su abandono de Santo Tomás y el uso de otros autores, como era el caso de las Instituciones de Gazzaniga. Si el detalle era llamativo, más lo era el hecho de que, después del Claustro pleno del 8 de abril de 1795, en que se decide que a dicho impreso respondan los de la Facultad de Teología, los teólogos no son capaces de orga- nizarse para una respuesta contundente y que justificase su proceder. Era una prueba más de la disgregación teológica 2 . No cabe duda que, de haber ocurrido algo parecido en otro momento, la Universidad hubiera movido todas sus fuerzas de manera práctica, sin grandes recursos al Rey, sino procediendo por medio de escritos y memoriales que, en definitiva, era la única manera de hacer frente a una situación de esta índole. El enfrentamiento entre viejos teólogos e ilustrados llegaba a todos los contextos y, la consecuencia más evidente, era una fuerte disgregación del pensamiento. Al mismo tiempo, como ya era habitual a lo largo de todo el siglo XVIII, la Universidad pierde grandes energías en burocracias ante la Corte. En este sentido, la misma actitud y reacción llevaba implícito el no poder crear esa solidez y ciencia teológica, por el mismo hecho de que, para que esto se pudiera producir, era necesario que se diera gran libertad de pensamiento y de cátedra, algo que ya no era posi- ble. No se puede olvidar que, el mismo Vitoria, había logrado el desa- rrollo de la teología actuando, de manera explícita, contra los planes de estudios de la Universidad de Salamanca, pero aquello que en el siglo XVI había sido un acierto y una posibilidad, ahora se convertía 1 Observaciones de un teólogo a otro amigo suyo sobre las utilidades que saca la religión y el Estado del estudio de la Suma de Santo Tomás y cotejo de esta con las demás instituciones posteriores de este género (Madrid 1795). 2 Para todo el proceso, cf. J.L. PESET - M. PESET, Carlos IV y la Universidad de Salamanca (Madrid 1983) 119-124. e g c ll e e r e g l ll e e J e y e sí tr

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