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558 ANTONIO HEREDIA debido precisamente a la complejidad de su modo de ser histórico. La filosofía nacional como realidad histórica es además de doctrina (tex- tos directos) y disciplina (textos indirectos), un organismo social que requiere cuidado, medios para sostenerse, crecer y cumplir su misión. La relación de estos modos de ser con las funciones de la filosofía es un hecho que el historiador de la filosofía nacional deberá tener en cuenta para enriquecer sus análisis. En todo caso no deberá perder de vista que su oficio le pide también trabajar dentro de sus posibili- dades y situación para que la filosofía nacional y su historia alcancen la perfección posible como organismo social. Cumplirá así con todos los requisitos de un método fiel a la realidad de su objeto; y a la vez, cumpliéndolo a satisfacción podrá tener y aportar a la comunidad científica un conocimiento más rico y profundo del mismo. Terminamos pues la consideración del método con la idea de que es preciso buscar medios y procedimientos para que las filosofías nacionales logren una institucionalización adecuada a sus modos de ser y funciones. En este sentido habrá que trabajar por una digna pre- sencia de la asignatura en los planes de estudio, por la dotación de plazas docentes en los distintos grados de la enseñanza, por formar bibliotecas especializadas en solitario o asociadas a otras de carácter general, por crear institutos o centros de investigación propios o inte- grados en otros ya constituidos, por la organización de congresos, seminarios y reuniones específicas, por la existencia de editoriales y órganos periódicos de expresión, por reivindicar subvenciones y becas expresamente destinadas a fomentar su investigación. En defi- nitiva, trabajar para que las filosofías nacionales adquieran también consistencia como organismo social. 6. CONCLUSIÓN La realidad histórica “filosofía nacional” es algo tan complejo que no admite se la aborde desde un solo punto de vista. La nece- saria distribución del trabajo que implica toda obra social y la dife- rencia de vocaciones y de habilidades personales justifican los tra- tamientos parciales y sectoriales, pero no debemos perder nunca de vista que ninguno por separado logrará llevar el objeto de interés a su perfección. Ello exige una coordinación verdaderamente estruc- t e s t S c t r i á c s c s t e e c e e c j c a d n c

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