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436 ÁNGEL GALINDO quien decide lo que es bueno o lo que es malo quiera dominar y controlar políticamente cualquier tipo de religión hasta las concien- cias de los individuos. En estos casos, se abre la puerta a la dicta- dura de los espíritus. 2º Las religiones como fundamentación de la ética Algunas religiones fundan la validez de las normas éticas en el principio superior de un orden cósmico establecido, como pauta exterior a los hombres a ellos confiados. A parte del precepto de la responsabilidad ante el Tao en la escuela de Confucio, podría hallarse este esquema en la moral griega del “conócete a ti mismo”, que desde el frontón del templo de Delfos invita al hombre a ajustarse a la jus- ticia, a ser lo que es, a reconocer su puesto en el conjunto armónico del cosmos. Estamos ante una moral del orden cósmico. Pero existen otras religiones como el Zoroastrismo, Israel o el Islam que se fijan en la obediencia a un mandamiento divino. Se añade, por tanto, a lo anterior, la comprensión personal de Dios y la exigencia de la libertad, decisión y responsabilidad por parte del hombre. Estaríamos aquí ante una moral de la obediencia a medio camino entre la moral heterónoma y la autónoma 8 . En otros casos la validez de las normas éticas se apoya en el esfuerzo ascético que prepara al fiel para la iluminación y la unión mística, como es el caso del Hinduismo que invita a la realización de la identidad con el absoluto, o del budismo que orienta a la ilumina- ción que suprime los deseos. Estamos ante morales del desasimiento, de la purificación y de la ascesis. Por último, el cristianismo intuye que la norma moral se apoya en la nueva vida que se deriva del hecho de que el creyente ha sido invitado a la vida misma de Dios y es agraciado por el Espíritu de Jesús. Los mandamientos no se expresan en términos de obediencia, sino como la consecuencia gozosa y arriesgada del amor que Dios nos ha mostrado en Jesús, es decir, quien sigue a Dios a través de su comportamiento lo hace desde el impulso y la llamada que reside en 8 Cf. F. BOECKLE, Fundamentalmoral (Munich 1977); J.R. FLECHA ANDRÉS, Teología Moral Fundamental (Madrid 1994). s t l c s r f e e g l ti s li

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