NG200701017

ÉTICA Y RELIGIÓN EN LA VIDA SOCIAL. LAICIDAD Y LIBERTAD… 473 a a l a a - s - - , l - a e e o - - s - a - - e o o - sar las propias ideas religiosas, culturales y políticas; expresar sus propias opiniones; decidir su propio estado de vida y, dentro de lo posible, el propio trabajo; asumir iniciativas de carácter económico, social y político” (200). 6º Familia y religión (CDSI 213). “En la familia se inculcan desde los primeros años de vida los valores morales, se transmite el patrimonio espiritual de la comunidad religiosa y el patrimonio cultural de la nación. En ella se aprenden las responsabilidades sociales y la solidaridad” (213; Cat. 2224). 7º Trabajo y la religión (CDSI 266, 284). “El hecho religioso confiere al trabajo humano una espiritualidad animadora y reden- tora. Este parentesco entre trabajo y religión refleja la alianza miste- riosa, pero real, que media entre el actuar humano y el providencial de Dios” (266). “Necesidades familiares o exigencias de utilidad social pueden legítimamente eximir del descanso dominical, pero no deben crear costumbres perjudiciales para la religión, la vida familiar y la salud” (284). 8º Religión y economía (CDSI 366). La globalización y los pro- cesos económicos y sociales, “en particular, no tienen que despo- jar a los pobres de lo que es más valioso para ellos, incluidas sus creencias y prácticas religiosas, puesto que las convicciones religio- sas auténticas son la manifestación más clara de la libertad humana” (366) 54 . 9º Religión, vida política y paz (CDSI 387, 422, 423, 426, 438, 505, 514, 515, 516) . “Además las minorías tienen derecho a mantener su cultura, incluida la lengua, así como sus convicciones religiosas, incluida la celebración del culto” (387). “La libertad de conciencia y de religión corresponde al hombre individual y socialmente consi- derado. El derecho a la libertad religiosa debe ser reconocido en el ordenamiento jurídico y sancionado como derecho civil” (422) (DH 7; Cat. 2105 y 2108). “En razón de sus vínculos históricos y culturales con una nación, una comunidad religiosa puede recibir un especial recono- cimiento por parte del Estado: este reconocimiento no debe, en modo 54 JUAN PABLO II, II Discurso a la Pontificia Academia de las Ciencias Socia- les , 27, 4, 2001.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz