NG200701017

470 ÁNGEL GALINDO taria entre unos y otros; por tanto, hay obligación de ejercerle den- tro de los límites indispensables en una vida social ordenada, digna y fecunda. Esto exige que los ciudadanos ejerzan este derecho con sentido de responsabilidad. 7º Actitud positiva de los poderes públicos para con la religión. El modelo de Estado al que se refiere la Declaración no es laicista, ni neutralista, sino constitucional, democrático y social. Por tanto, se trata de un Estado que juzga como deber y como derecho suyo desplegar una acción positiva con respecto a las creencias religiosas en la forma que corresponde a su naturaleza. d. La libertad religiosa a la luz de la revelación Pero la propuesta ética de la libertad religiosa no sólo ha de con- templarse desde el ámbito de la vida social y desde la racionalidad pura. Es preciso contemplar el otro extremo: la vida religiosa. Por ello, es importante acercarse al tema desde el campo de la religión y de la revelación. 1º La dignidad de la persona humana en la revelación. En el n. 9 encontramos las afirmaciones fundamentales: La libertad religiosa no está enunciada formalmente en la revelación y tiene sus raíces en la revelación lo cual para los cristianos es un título para ser san- tamente fieles. 2º Caracteres de la relación entre los seres humanos y Dios en la enseñanza del Señor. En primer lugar, es una relación interior, que se realiza en su intimidad con una actitud de sinceridad cris- talina; en segundo lugar, es una relación trascendente: en ella el hombre se aleja de la esfera de las realidades terrestres y se pone en común de verdad y de amor con Dios; en tercer lugar, es una relación inmediata en la que el hombre se coloca y se abre a una comunión directa con Dios. 3º La manera de obrar de Cristo. En el n. 11 se ve cómo la liber- tad religiosa queda confirmada con la manera de obrar de Cristo: Él ha dado su enseñanza siguiendo, con paciencia, los caminos de la persuasión sin medios coercitivos. A través de los milagros Cristo suscitó la fe en sus oyentes y los confirma en ella pero no ejerce sobre ellos coerción alguna. e l c e a v v r c t e y 3 f