NG200701017

452 ÁNGEL GALINDO sobre el hecho universal de que existe una dimensión en el hombre que la llamamos “moral”. A este estudio se puede llegar desde la filosofía pero también desde el campo de la historia y del de la filo- sofía de la religión. Está en estas ciencias el saber distinguir herme- néuticamente los límites y los acentos de una y de otra atendiendo a sus expresiones más que a su fundamentación ya que si se trata de moral o de ética auténticas siempre deberán estar fundadas en la razón y en la gracia o en ambos casos, ética civil o ética religiosa, estarán presentes ambos fundamentos íntimamente relacionados 44 . En este contexto, debemos recordar que el cristianismo no es un sistema moral aunque puede ser fuente y fuerza de un comporta- miento ético determinado y concreto. Y tampoco es una religión en su sentido esencial y estricto aunque necesite de la religión o de las religiones para manifestarse y vivirse comunitaria e individualmente. El cristianismo tiene como punto y núcleo de su esencia y existencia a la persona, Cristo, que configura sus seguidores como personas nuevas. La ética y las expresiones religiosas que nacen de Cristo son dinámicas y crecientes sin perder la lógica racional y la gracia como fuerzas “crísticas” que están en su origen (cf. DCE 1). En el caso de la ética que podamos llamar cristiana (religiosa y no religiosa, pero siempre racional), Dios es quien salva y no la moral civil ni la moral política. Porque “cuando la moral secular o política pretenden ir más allá de sus atribuciones y asumir la tarea de salvar y hacer a los hombres hermanos no hacen sino ideología barata” 45 . Por tanto, al hablar de la ética mundial delimitamos la cuestión no tanto al contenido cuanto a la identificación de voluntades y a la búsqueda de caminos comunes para un comportamiento y búsqueda de objetivos en pro de la creación de un mundo donde cada indi- viduo pueda encontrar o caminar hacia la satisfacción de su deseo fundamental que es el de felicidad. La ética mundial como vamos viendo tiene una fundamentación común, un lenguaje diverso y unos caminos plurales 46 . 44 A. CORTINA, “Modelos éticos y fundamentación de la ética”, en A. GALINDO GARCÍA (ed.), La pregunta por la ética, o.c ., 41 ss. 45 Ib ., 48. 46 M. WEBER, El político y el científico (Madrid 1984) 176. 2 e t i c l v l t g a g v i t l

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