NG200701017
450 ÁNGEL GALINDO de acuerdo con un nivel de atención que tiene su inicio contable en el deseo de felicidad... el marco jurídico en el que se sitúan estos valores es la Constitución Española en su dimensión participativa, es decir, en el ámbito “societario” y no político-partidista ” 36 . Vamos, pues, deslindando nuestra respuesta al distinguir los principios éti- cos comunes –igualdad, libertad, responsabilidad– de las normas o leyes que nacen de un marco jurídico como puede ser la Constitu- ción nacional o la Declaración de los Derechos Humanos. c. Ética civil: moral racional y moral religiosa. Ética racional: moral civil y moral religiosa. La ética no religiosa a la que me refería anteriormente tiene una fundamentación, señalada indirectamente en el apartado anterior: la conciencia, la ley. Sin embargo, en primer lugar, desde el campo de la experiencia observamos que la falta de fundamentación de la ética no religiosa es la que dirige al hombre hacia un compor- tamiento fundamentalista o al llamado “dogmatismo de lo vigente y al imperialismo de los poderes fácticos” 37 . Como consecuencia, “en una moral infundada el sujeto ético deviene un sujeto cuántico; sobre él gravita el principio de indeterminación de la física en parti- cular, al no contar con un porqué de sus movimientos. En efecto, así lo reconoce Victoria Camps: la teoría ética ha de asumir e integrar en su seno la indeterminación, la duda” 38 . En segundo lugar, algunos filósofos modernos se inclinan a pensar que el mero conocimiento de la ética no religiosa capa- cita al hombre a cumplir la ley o la norma 39 . Sin embargo, Pablo mismo nos dice que el conocimiento de la ley no capacita para su cumplimiento: “no comprendo mi proceder: pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco... Querer el bien lo tengo a mi alcance, mas no el realizarlo” (Rm 7, 15-18). El fondo del pen- samiento de estos filosóficos rezuma de la consideración de que 36 A. GALINDO GARCÍA, “La Iglesia, una comunidad que mira al futuro con esperanza”, en AA.VV ., Para ser libres nos liberto Cristo , O.c. , 123. 37 A. CORTINA, Ética sin moral (Madrid 1990) 31. Puede verse H. KÜNG, ¿Existe Dios?, en la parte V “sí a la realidad. Alternativa al Nihilismo”. 38 J.L. RUIZ DE LA PEÑA, O .c., 31. 39 Aquí puede recordarse los mal-llamados “filósofos jóvenes”, entre los que se encuentran E. Guisán, F. Savater, V. Camps, y otros. e e l a y é l c v é l c a á g L d (
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