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438 ÁNGEL GALINDO En este universo del absurdo de la religión podemos encontrar elementos y manifestaciones religiosas contrarias a la ética. Son conocidos ciertos rituales religiosos que violan los derechos huma- nos y el respeto a la dignidad de la persona. Es el caso de gestos religiosos como la ablación y los sacrificios humanos a los dioses. En estos casos es claro el axioma que no todo lo religioso es moral- mente admisible. 4º Moral frente a los monoteísmos En este campo, hemos de recordar los deberes del hombre para con Dios : “Jesús asumió los deberes del hombre para con Dios en estas palabras: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’ (Mt. 22,37; Cf. Lc 10,27) ‘y con todas tus fuerzas’. Estas palabras siguen inmediatamente a la llamada solemne: ‘escucha Israel: el señor nuestro Dios es el único Señor’” ( Dt 6,4 ) (CIC 2083). Las religiones monoteístas tienden a no absolutizar o a no crear imágenes de la divinidad. Solamente el cristianismo, basado en un Dios-Hombre, permite la presencia de imágenes y representaciones de la divinidad 13 . Por esta razón, la ética que nace de los monoteísmos se opone a la aparición de ídolos o falsos dioses que quieren dirigir heterónomamente la conciencia de sus fieles. Esto se manifiesta en prohibiciones y sus correspondientes mandatos frente al politeísmo de cada época. Con la ayuda del Catecismo de la Iglesia Católica enunciamos algunos comportamientos, frecuentes en la actualidad, de carácter ético y espiritual que van en contra de la moral racional y de la moral religiosa. a. La superstición. “La superstición es la desviación del senti- miento religioso y de las prácticas que impone…. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición” (cf. Mt 23,16-22)” (Cat. 2111). 13 J.C. SCANNONE, “Simbolismo religioso y pensamiento filosófico según Paul Ricoeur”, en Stromata 36 (1980) 214-226.