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EL DOGMA DEL PECADO ORIGINAL Y EL ATEÍSMO MODERNO 397 s - o - . . r - - á a - , l, d Y y s e - a o i- l n - sí El escándalo del hombre moderno ante la teología de la satis- facción penal alcanza de lleno a la teología del PO, que es quien la crea y le da vigencia. El teólogo protestante P. Ricoeur ha estudiado el tema del PO con una profundidad inigualada por la teología cristiana contempo- ránea. En él, ya al final de una de sus grandes obras sobre el tema, encontramos este texto: “Nunca podrá exagerarse el daño que infligió a las almas durante los primeros siglos de la cristiandad, primero la interpretación literal de la historia de Adán, y luego, la confusión del mito conside- rado como episodio histórico, con la especulación posterior, principal- mente agustiniana, sobre el echado original. Al exigir a los fieles la fe incondicional en este bloque mítico especulativo y exigirles a aceptarlo como un sacrificium intellectus”... 32 . El mito de la caída original, de ascendencia pagana y maniquea, lo trasformaron los teólogos cristianos en el dogma del PO y lo car- garon de certidumbres divinales. Y así “glorificado”, el dogma del PO ha impregnado el sistema de creencias y la cultura de mundo occi- dental. Mediante la acción de lo que se llama la mancha del pecado original. Pienso que caminamos en el camino abierto por P. Ricoeur si, por nuestra cuenta, añadimos: Entre los “exagerados daños” que la doctrina del P0 ha causado a las almas, hay que contar éste : El dogma del pecado original ha contribuido, como factor pri- mero, a la génesis y configuración del ateísmo moderno. A LEJANDRO DE V ILLALMONTE Salamanca para pagar la deuda de los hombres culpables, Genealogía de la moral , II, n. 21. Cf. antes, 28. Un testigo del escándalo que señala Girard. 32 P. RICOEUR, Finitud y culpabilidad (Madrid 1967) 552.

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