NG200701015
EL DOGMA DEL PECADO ORIGINAL Y EL ATEÍSMO MODERNO 391 a e - e s - - a - - a e e - - a r - l. l ) e a e l - - nidad, el soñar con un paraíso de inocencia (inocencia originaria). Este mítico anhelo de inocencia es tan fuerte que, en mi opinión, es una de las principales fuentes del ateísmo moderno” 22 . Y cita un texto de Nietzsche que comentaremos más adelante. En la misma dirección Lacroix, señalando el sentido y motivos del ateísmo moderno (concretamente el ateísmo ‘moral’ que nos ocupa), afirma: “ El ateismo... es una reivindicación de inocencia . La voluntad de responsabilidad es inseparable de un rechazo de culpabilidad. La humanidad (el hombre) es inocente. No, ciertamente, en todas la cir- cunstancias en que se encuentra, sino en la condición humana como tal. El ateísmo es la protesta contra lo que se llama el mito del pecado original. Precisamente, porque el hombre no es originariamente cul- pable, puede ser actualmente responsable. Si es responsable es porque no es culpable” 23 . Esta última afirmación conviene tenerla en cuenta. El hombre moderno (el que se considera ‘honrado’) está dispuesto a asumir la responsabilidad de sus actos. Incluso en forma diríamos excesiva, pues no admite el responder ante nadie que no sea su propia con- ciencia. Pero la responsabilidad se diferencia de la culpabilidad en que ésta declara al hombre reo / culpable (o él se declara a sí mismo tal) antes e independientemente de cualquier acción suya personal, consciente y libre. Esto lo proclama ostentosamente el dogma del PO 24 . Para exculpar a Dios de “tanta miseria” como abruma a la raza humana (adánica) cargan al hombre con toda la responsabilidad. Dios actúa como justo juez vindicando su honor (Anselmo) y el orden del universo (Agustín). 22 A. VERGOTE, “La peine dans la dialectique de l’innocence, de la transgres- sion et de la reconciliation”, en E. CASTELLI (ed.), Le Mythe de la peine. Actes du Coloque organisé par CIIEHet par IEPH. Rome, 7-12 Janvier 1967 (Paris 1967) 384- 385. 383-411. 23 J. LACROIX, Le sens de l’athéisme moderne , 45. 24 Sobre esta conexión entre la creencia en el PO y exacerbado ‘sentimiento de culpabilidad’ vivido durante siglos y en diversas formas en el Occidente cristiano puede verse A. de VILLALMONTE, Cristianismo sin pecado original , 291-325. Allí se hacen referencias a las interesantes de J. Delumeau sobre el tema general de “El miedo en Occidente”. No parece excesivo calificar al dogma del PO como prece- dente (involuntario, pero real), en el plano religioso moral, del ateismo moderno.
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